Por qué el asesinato del alcalde de Chilpacingo representa uno de los mayores desafíos del Estado mexicano, según Riva Palacio

Según Riva Palacio, el asesinato de Alejandro Arcos es acompañado de un ambiente de “horror” que refleja a una autoridad estatal amenazada

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Alejandro Arcos Catalán rindió protesta
Alejandro Arcos Catalán rindió protesta como munícipe el 30 de septiembre de 2024. (Facebook)

En su evaluación del asesinato del alcalde Alejandro Arcos de Chilpancingo, el periodista Raymundo Riva Palacio, en su columna de opinión publicada este martes, destaca que el crimen representa “uno de los mayores desafíos al Estado mexicano que se recuerde”. Según su análisis, el ambiente de “horror” que acompaña al asesinato refleja una autoridad estatal amenazada, mientras los crímenes se cometen impunemente.

Riva Palacio describe un contexto donde los grupos criminales se han empoderado significativamente. Destaca que Los Ardillos, un grupo fundado por el expolicía Celso Ortega Rosas y ahora dirigido por sus hijos, explotan una zona que les fue entregada por el gobierno mexicano, hecho “conocimiento de Andrés Manuel López Obrador”. Paralelamente, La Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y Los Rusos, relacionados con el Cártel de Sinaloa, desafían esta hegemonía, intensificando la violencia en la región.

En su relato, Raymundo Riva Palacio profundiza sobre la historia reciente que alimenta esta compleja situación. Señala que la semilla de la violencia se sembró con el asesinato de un distribuidor de pollos en el Mercado Central Baltazar R. Leyva Mancilla en junio de 2022. De este incidente emergió lo que denomina la “guerra del pollo”, hasta el punto donde “el precio del producto no dejaba de subir” mientras los asesinatos se multiplicaban. En este escenario, algunos sectores apoyaban el fortalecimiento de Los Tlacos, un grupo rival liderado por Onésimo el Necho Marquina, desembocando en contradicciones políticas que exacerbaban el conflicto.

Los pobladores de Petaquillas, un sitio clave en esta narrativa, se rebelaron capturando soldados y funcionarios ante la creciente violencia. La reacción del gobierno federal, según el periodista, fue de concesión: “Las instrucciones de Palacio Nacional eran claras: no confrontar, ceder y conceder”. Esto, en un intento erróneo de aplacar un entorno ya controlado por criminales.

El periodista habló sobre el
El periodista habló sobre el asesinato de Alejandro Arcos. EFE/FRANCISCO GUASCO/Archivo

Además, Riva Palacio recuerda el debilitamiento de la UPOEG tras el asesinato de su líder, Bruno Plácido, lo cual consolidó aún más el control territorial de Los Ardillos. A través de esta dinámica de poder, señala que “el ejército blindó las comunidades controladas” por este grupo delictivo, facilitando sus actividades y protección.

El entorno se enturbia aún más con una entrevista a Celso Ortega Jiménez, líder de Los Ardillos, quien afirmó haber apoyado la campaña de López Obrador en 2006, generando una sospecha de vínculos entre el gobierno y grupos criminales. Aunque el expresidente desestimó las acusaciones como un “montaje”, Riva Palacio remarca que Ortega Jiménez jamás desmintió el contenido.

El actual gabinete de seguridad, dirigido por Omar García Harfuch, ha adoptado una postura evasiva según el autor. En su análisis, Claudia Sheinbaum, presidenta en funciones y nueva en su cargo, minimiza la gravedad de la violencia en Chilpancingo. En un intento de relativizar el problema, Sheinbaum afirmó que “Guanajuato, no Sinaloa, es donde más asesinatos hay”, un enfoque que Riva Palacio describe como “equivocado”.

El análisis retrata un panorama donde el gobierno federal, al intentar potenciando una organización criminal supuestamente para obtener control sobre el crimen, ha permitido una escalada de violencia aún mayor. En este contexto, el asesinato de Arcos “es más que un delito del fuero común”, subrayando la incapacidad de las autoridades para controlar la situación.

Finalmente, Riva Palacio resalta que las acciones del presidente López Obrador en militarizar la seguridad pública no han tenido el efecto deseado. Su enfoque, que incluye el envío de soldados y guardias nacionales a Guerrero, fue “en vano”, según el periodista, e insinúa que Sheinbaum está destinada a repetir los mismos errores en una nación que enfrenta crecientes desafíos de seguridad.

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