Rubén Rocha Moya y su presunta conexión con el poder político en México ha sido objeto de atención en la columna de opinión de Carlos Loret de Mola de este miércoles. En esta columna, de Mola cuestiona por qué el gobernador de Sinaloa parece estar blindado de las consecuencias políticas a pesar de las controversias en torno a su figura. “Parece gozar de un blindaje impenetrable,” escribe, sugiriendo la existencia de protecciones a prueba de todo tipo de escándalos.
Según Loret de Mola, esta protección podría estar relacionada con su cercanía a Amílcar Olán, identificado como el operador financiero del Clan, una supuesta red de influencia y corrupción liderada por los hijos del expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. Olán, señala Carlos Loret de Mola, “se convirtió en contratista multimillonario” y su conexión con el gobierno de Sinaloa habría sido facilitada a través de su amistad con Andy y Bobby López Beltrán, los hijos del exmandatario. Esta alianza ha resultado en la adjudicación de contratos públicos en áreas como salud y obras públicas.
La presencia política de los hijos de Rocha Moya también está en el radar. Ricardo, José de Jesús, y su hermano mayor Rubén Rocha Ruiz, según Loret de Mola, actúan como “el poder tras el trono”. A menudo están presentes en reuniones oficiales y desempeñan un papel central en la construcción de alianzas políticas y la distribución de contratos. Esta situación ha generado preocupación, ya que introduce una dinámica de poder no transparente en el estado.
La riqueza y el estilo de vida de los hijos de Rocha Moya también han levantado sospechas. Carlos Loret de Mola menciona que investigaciones por parte de la Fiscalía General de la República (FGR) y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) exploran su “vida excéntrica y de despilfarro descarado.” Esto incluye propiedades en La Paz y Cancún, el uso de aviones privados y automóviles de lujo, y un notable flujo de dinero en efectivo. Estos hallazgos son un componente central de las investigaciones en curso.
Más preocupante aún es la conexión sugerida entre los hijos de Rocha Moya y el cártel de Sinaloa. Carlos Loret de Mola menciona que las investigaciones también abarcan “una denunciada relación de los hijos del gobernador con el cártel,” lo que agrava aún más las acusaciones. Estas conexiones plantean serias cuestiones sobre la influencia del narcotráfico en la política local, un tema de suma importancia en la región.
El impacto de estas controversias en el estado de Sinaloa es tangible. Según Loret de Mola, la violencia se ha intensificado al punto de sembrar pánico entre los habitantes de Culiacán, la capital estatal. “Culiacán está por cumplir un mes de vivir en estado de sitio,” señala el periodista, destacando el ambiente de miedo causado por los toques de queda autoimpuestos, que han interrumpido la vida diaria, llevando a problemas económicos severos.