El pleno de la Cámara de Diputados probaron este martes la reforma que permite que el Estado retome la facultad de ocupar las vías ferroviarias, lo que permitirá que se pueda, en un futuro, volver a transportar pasajeros a través de ellas.
Por unanimidad de 472 votos, se aprobó la reforma al artículo 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de de vías de transporte ferroviario. De acuerdo con el proyecto propuesto, esto haría que México retome el derecho de utilizar estas vías para prestar el servicio de transporte de pasajeros, por lo que el Ejecutivo Federal podrá otorgar asignaciones a empresas públicas o particulares.
“La comunicación vía satélite y los ferrocarriles, tanto para transporte de pasajeros como de carga, son áreas prioritarias para el desarrollo nacional en los términos del artículo 25 de esta Constitución” también especifica el dictamen.
El documento señala que desde su privatización hasta 2017 las vías férreas sólo aumentaron 23 kilómetros, para tener una extensión total de 26 mil 914 kilómetros.
Durante sus intervenciones en la discusión parlamentaria, el diputado Sergio Gil Rullán, de Movimiento Ciudadano, señaló que, si bien está a favor, no debe ser un cheque en blanco, pues no se pueden tener obras faraónicas de frivolidad, ecocidio, falta de rendición de cuentas; es decir, que un proyecto que promueve mayor movilidad y acceso al transporte seguro tenga opacidad. Pidió que no se quede en una reforma que promete mucho, sino que ayude a la sociedad.
A su vez, Noel Chávez Velázquez, diputado del PRI, mencionó que implementar trenes de pasajeros es una medida que no solo mejora la movilidad, sino que también es un motor de desarrollo para grupos originarios, promueve el turismo y genera valor agregado en la economía local.
Gerardo Ulloa Pérez, diputado de Morena, externó que con esta reforma se pretender revivir y hacer accesible a las nuevas generaciones la experiencia de viajar por el país en un medio de transporte movido por energías limpias, rápido, seguro, eficiente y económico; será un detonante de bienestar y desarrollo, así como una competencia para mejorar el servicio de transporte por carretera y aéreo.
Tras la aprobación en lo general y en lo particular de este proyecto, la minuta fue enviada a la Cámara de Senadores para su análisis, y en su caso, aprobación.
En México el transporte ferroviario fue crucial en el desarrollo a finales del siglo XIX y principios del XX, fomentó la integración del territorio nacional, redujo las distancias y facilitó el movimiento de personas y mercancías. La construcción del ferrocarril permitió la explotación de recursos en zonas remotas, estimuló la agricultura y la minería, y favoreció el establecimiento de nuevas poblaciones y el crecimiento económico.
Para los años 90, durante el sexenio de Ernesto López Zedillo, se decidió privatizar la empresa nacional Ferrocarriles Nacionales de México, argumentando que el deterioro de las vías era de un 81 por ciento, por lo que en agosto de 1999, esta empresa estatal dejó de administrar y operar las vías ferroviarias.