Por qué el asesinato del alcalde de Chilpancingo muestra la debilidad del Estado mexicano ante los delincuentes, según Riva Palacio

El periodista, en su columna de este martes, aborda el tema del asesinato de Alejandro Arcos Catalán, quien fue decapitado y su cabeza exhibida a la población

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Alejandro Arcos Catalán rindió protesta como munícipe el 30 de septiembre de 2024. (Facebook)
Alejandro Arcos Catalán rindió protesta como munícipe el 30 de septiembre de 2024. (Facebook)

Raymundo Riva Palacio, en su columna de opinión de este martes, aborda de manera incisiva el asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, como un trágico símbolo de la profunda infiltración del crimen organizado en Guerrero. Según Riva Palacio, “el asesinato del alcalde no fue un homicidio cualquiera; mostró de manera clara la debilidad del Estado mexicano ante la criminalidad”.

Raymundo Riva Palacio señala que la cobertura periodística de este asesinato fue limitada, incluso en los medios nacionales más importantes. De acuerdo con su columna, “ningún periódico de la Ciudad de México, excepto Reforma, dio prioridad al asesinato del alcalde en sus portadas principales”. El periodista destaca que el tratamiento mediático del asesinato refleja, en parte, una normalización inquietante de la violencia en el país.

El contexto en el que se dio este asesinato también es analizado por Riva Palacio, quien expresa que el control del crimen organizado en regiones como Guerrero se ha vuelto endémico. “El crimen organizado claramente gobierna en Chilpancingo, y probablemente en todo Guerrero”, escribe, exponiendo la débil respuesta institucional de figuras como Evelyn Salgado y su padre, el senador Félix Salgado Macedonio. Para Riva Palacio, esto resalta la precariedad política y el ineficaz manejo de la seguridad estatal.

El asesinato de Arcos Catalán se destaca como un evento sin precedentes, ya que es “el primer alcalde en funciones de una capital estatal que es asesinado”, subraya Riva Palacio. El modus operandi del crimen –decapitar al político y exhibir su cabeza públicamente– recuerda técnicas utilizadas por grupos como Los Zetas, según su columna. Esta brutalidad, indica el periodista, “envía un mensaje no solo a los rivales criminales, sino también a quienes protegen a estos grupos”.

Fotografía de archivo fechada el 18 de noviembre del 2016, del escritor y periodista mexicano, Raymundo Riva Palacio, durante un acto protocolario en la ciudad de San Andrés Cholula, del estado de Puebla (México). EFE/FRANCISCO GUASCO/Archivo
Fotografía de archivo fechada el 18 de noviembre del 2016, del escritor y periodista mexicano, Raymundo Riva Palacio, durante un acto protocolario en la ciudad de San Andrés Cholula, del estado de Puebla (México). EFE/FRANCISCO GUASCO/Archivo

Riva Palacio también se refiere a las muertes previas de miembros cercanos al equipo de Arcos Catalán como “avisos premonitorios que fueron ignorados por las autoridades”. Señala que Francisco Gonzalo Tapia, secretario del Ayuntamiento, y Ulises Hernández Martínez, supuesto futuro secretario de Seguridad, fueron asesinados días antes que el alcalde. Riva Palacio destaca que estos asesinatos ocurrieron en un lapso de una semana, “sin que la gobernadora tomara medidas efectivas para prevenirlos”.

El contexto político regional es crucial para entender estos eventos. Riva Palacio recuerda que los vínculos entre la exalcaldesa Norma Otilia Hernández y el grupo criminal Los Ardillos habían sido expuestos públicamente más de un año antes. Sin embargo, denuncia que “ni el entonces presidente, Andrés Manuel López Obrador, ni el fiscal actuaron”, mostrando una preocupante indiferencia ante el deterioro de la seguridad en Guerrero.

El periodista cuestiona la estrategia política en la región y sugiere que el actual asesinato podría tener conexiones con alianzas y conflictos de poder no resueltos entre distintos grupos criminales. “No se ha confirmado quién ordenó el asesinato de Arcos Catalán, pero debe ser considerada una hipótesis seria”, escribe Riva Palacio en su análisis. Las implicaciones de tales alianzas, resalta, apuntan a posibles pactos oscuros anteriores que dejaron un campo fértil para la violencia actual.

La respuesta de las autoridades, según Riva Palacio, ha sido insuficiente. A pesar de las declaraciones de Claudia Sheinbaum, que prometió “recopilar información para actuar”, el periodista insinúa que su reacción ha sido “tímida”. En su opinión, la falta de un abordaje decidido podría intensificar el poder de los grupos criminales.

Finalmente, Riva Palacio alerta sobre las posibles consecuencias si se permite que estos hechos queden impunes. Subraya que no solo peligra la vida de otros funcionarios locales, sino que puede llegar a afectar esferas más altas del gobierno mexicano si no se toma una postura firme y efectiva contra el crimen organizado en Guerrero y otras regiones afectadas.

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