Crimen organizado habría pedido hasta el 30% del presupuesto del municipio a alcalde de Chilpancingo antes de asesinarlo, según De Mauleón

Alejandro Arcos Catalán habría solicitado protecció en una entrevista radiofónica tan solo dos días antes de su asesinato

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Alejandro Arcos Catalán rindió protesta como munícipe el 30 de septiembre de 2024, seis días antes de su asesinato. (Facebook)
Alejandro Arcos Catalán rindió protesta como munícipe el 30 de septiembre de 2024, seis días antes de su asesinato. (Facebook)

El pasado domingo 6 de octubre, Alejandro Arcos Catalán, alcalde de Chilpancingo, Guerrero, fue asesinado de manera brutal, y expuesto a la ciudadanía. Sus verdugos lo decapitaron y expusieron su cuerpo adentro de una camioneta, mientras que su cabeza la colocaron arriba del toldo de la misma.

Durante la conferencia de prensa mañanera de este martes, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) Omar García Harfuch, dio a conocer que Arcos Catalán no contaba con seguridad y que no la había solicitado.

Sin embargo, el periodista Héctor de Mauleón, en su columna de opinión de este martes, contradice lo dicho por Harfuch. Y es que el también escritor recuerda que el viernes 4 de octubre, tan solo dos días antes de su asesinato, el alcalde de Chilpancingo, en una entrevista radiofónica, pidió protección al gobierno federal y al gobierno estatal. “Les pedimos su ayuda, su respaldo, su protección a todos, a toda la sociedad de Chilpancingo”, dijo en aquella ocasión.

Nunca antes un alcalde de Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, había sido asesinado, y mucho menos de esa manera, señala el periodista en su columna.

El periodista Héctor de Mauleón dio a conocer algunos detalles del caso del alcalde en su columna de este martes.
FOTO: ROGELIO MORALES /CUARTOSCURO.COM
El periodista Héctor de Mauleón dio a conocer algunos detalles del caso del alcalde en su columna de este martes. FOTO: ROGELIO MORALES /CUARTOSCURO.COM

De Mauleón recuerda que Arcos Catalán duró seis días en el cargo, y el día de su asesinato realizó una gira por varias colonias para evaluar los daños causados por el huracán John. Ese día, desde las nueve de la mañana, subió fotos de sus recorridos a sus redes sociales, por las localidades de Plan de Ayala, Yerbabuena y Timotlán, donde se le veía cerca de elementos del Ejército y la Guardia Nacional.

También subió una foto con su equipo en Tepechicotlán, un territorio controlado totalmente por el grupo criminal Los Ardillos.

Alrededor de las cinco de la tarde del domingo se recibió el reporte de que había una persona asesinada a un costado del Hotel Real Moreli, en Moctezuma no. 1. Era el cadáver del alcalde con la cabeza cercenada.

De Mauleón asegura en su columna que en la capital de Guerrero las cosas tomaron una ruta trágica desde el 27 de septiembre cuando, al salir de una reunión de trabajo, el capitán Ulises Hernández, quien iba a tomar posesión como secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Arcos, fue asesinado de 10 tiros a bordo de su automóvil.

Candidatos señalaron vínculos entre Alejandro Arcos y Los Ardillos en Chilpancingo durante la campaña por la alcaldía
Candidatos señalaron vínculos entre Alejandro Arcos y Los Ardillos en Chilpancingo durante la campaña por la alcaldía

El 3 de octubre, el nuevo secretario general de Ayuntamiento, Francisco Gonzalo Tapia fue asesinado por la espalda a unos pasos de la plaza cívica de Chinpancingo, sobre la calle Teófilo Leyva. El hombre que lo mató le dio dos tiros en la cabeza y dos en la espalda. Duró solo tres días en el cargo.

El alcalde negó haber recibido amenazas, pues en entrevista señaló que no había recibido mensajes, ni llamadas, “ni ningún medio de presión”. Sin embargo, señala De Mauleón, en Chilpancingo fuentes del Gobierno y del estado cuentan otra historia.

Según la información del periodista, el crimen organizado le había exigido a Arcos Catalán varias secretarías (entre 3 y 5, según una de las fuentes), así como el 30% del presupuesto. Arcos Catalán afirmó que no negociaría con el crimen organizado.

De Mauleón explica que los asesinatos de dos de sus secretarios en menos de una semana, enviaba un mensaje claro, y el joven alcalde, quien tenía excelente reputación en Chilpancingo, se limitó a declarar que seguiría luchando por la paz, pues “no somos gente de conflicto”.

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