¿Será un Golpe de Estado? cuál es el verdero impacto de la consulta de la Suprema Corte a la Reforma Judicial

Esta semana la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) admitió a consulta la Reforma al Poder Judicial, lo que generó la acusación de un presunto golpe de Estado por parte de las ministras Lenia Batres y Yazmín Esquivel, motivo por el cual Margarita Ríos Farjat y Javier Laynez Potisekexplicaron a sus compañeras el verdadero significado y alcance de este proceso.

El debate trascendió al Pleno de la Corte y el viernes la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, acusó de un “golpe aguado” a la Suprema Corte, encabezada por la ministra Norma Piña, por su intento de frenar la reforma judicial para elegir por voto popular a todos los jueces a partir de 2025.

“Yo más bien digo que es un golpe aguado, no un golpe de Estado. Porque, la verdad, ¿qué sustento tiene? No peligra la reforma al Poder Judicial, el pueblo decidió”, señaló en su conferencia mañanera.

Por su parte, los ocho ministros a favor de la consulta aclararon que en lugar de simplemente desechar las impugnaciones, la Corte únicamente decidió analizar de forma técnica cómo abordar este proceso, pero sin que esto signifique resolver de fondo la controversia, es decir, este proceso no invalida per-sé la reforma ya publicada en el Diario Oficial de la Federación.

El ministro Luis María Aguilar explicó que “corresponde al Pleno de la Suprema Corte definir, sin prejuzgar en este momento sobre el fondo de la controversia, cuál es la pauta interpretativa que debe prevalecer para respetar la autonomía e independencia judicial”.

De acuerdo con la Corte, en este proceso intentará conciliar posturas divergentes sobre sus propios límites y alcances. Encontrar un equilibrio entre su papel de guardián de la Constitución y la necesidad de autorrestricción para evitar la usurpación de funciones ajenas será el desafío fundamental.

El debate de fondo radica en el rol del máximo tribunal como garante de la Constitución y las herramientas a su disposición para ejercer un control constitucional efectivo. Este desacuerdo, lejos de disiparse, se intensificará con la presentación del proyecto que resolverá la controversia prevista en el artículo 11 de la Ley Orgánica.

Claudia Sheinbaum expresó su desacuerdo con la decisión de la Suprema Corte de aceptar a consulta los recursos de amparos para revisar la reforma constitucional promulgada el 15 de septiembre por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.

Esta reforma, que busca elegir en las urnas al Poder Judicial, fue aprobada el 15 de septiembre. Según Sheinbaum, la revisión de la Corte carece de fundamento, ya que el Congreso, donde la alianza oficialista tiene la mayoría necesaria para modificar la Constitución, ya ha realizado la reforma.

La SCJN, con una votación de ocho contra tres, decidió aceptar a consulta los procesos de amparo presentados por jueces y magistrados, lo que ha generado tensiones dentro del órgano judicial.

Algunas integrantes de la Corte, alineadas con el Gobierno, han calificado esta acción como un “golpe de Estado técnico”. Sin embargo, Sheinbaum ha rechazado este término y ha negado cualquier intención de actuar en contra de los miembros de la Corte.

Sheinbaum ha manifestado que no considera necesario iniciar un juicio político ni acusar de traición a la patria a los ministros de la SCJN. “No lo vamos a hacer”, afirmó, argumentando que el Gobierno no es autoritario y que su administración fue elegida por el pueblo de México.

La mandataria también ha señalado que el Senado emitirá una convocatoria el 15 de octubre para que los interesados registren sus candidaturas para los primeros comicios judiciales de 2025. En estos comicios se elegirá a la mitad de los jueces del país, a la totalidad de la Suprema Corte y a un nuevo Tribunal de Disciplina Judicial encargado de sancionar a los juzgadores.