Dos de los cuatro pescadores que desaparecieron en el estado de Chiapas fueron localizados sin vida este fin de semana. El paradero de los otros permanece como desconocido, por lo que aún continúan los trabajos de búsqueda.
Fue el viernes 4 de octubre cuando Luis Miguel Suárez Miranda, su hijo Ángel Suárez Miranda, su primo Adán Suárez Trujillo y su cuñado José Luis López Albores fueron vistos por última vez. El lugar de su desaparición se registró en la comunidad Rizo de Oro, localizada en el municipio de La Concordia.
Informes preliminares señalan que un grupo de sujetos armados los privó de su libertad, por lo que pobladores de la región indicaron que se trató de un “secuestro”. En respuesta, los mismos habitantes emprendieron una búsqueda y recorrieron el cauce del río Grijalva para localizar al grupo de pescadores.
En el transcurso del sábado 6 de octubre se dio a conocer que dos de las cuatro personas desaparecidas habían sido localizadas sin vida. Reportes de El Heraldo de Chiapas mencionan que uno de los cuerpos puede corresponder al adolescente.
Debido a que el paradero de las otras dos personas permanece como desconocido, los pobladores advirtieron que seguirán con las labores de búsqueda para localizarlos con vida.
De manera extraoficial se indicó que los cuatro individuos se desempeñaban como pescadores y realizaban sus actividades de la presa La Angostura. Hasta el momento, la Fiscalía de Guerrero no ha emitido un informe al respecto.
Iglesia católica pide controlar presencia militar
A través de un comunicado, la Arquidiócesis de México solicitó al gobierno federal regular la presencia militar al sur del país. Esto debido al ataque registrado el 1 de octubre en el que seis migrantes perdieron la vida.
“Nos sumamos como Iglesia para pedir a las autoridades correspondientes que realicen una investigación a fondo de este hecho y además al Estado mexicano que analice la presencia de las fuerzas militares en materia de control y revisión migratoria”, expresó la Arquidiócesis en su editorial de su semanario Desde la fe.
Según la versión de las autoridades, en aquella ocasión los militares realizaban recorridos de vigilancia sobre el tramo carretero Villa Comaltitlán-Huixtla, cuando supuestamente “escucharon disparos” que proveían de una camioneta que era tripulada por diversas personas.
Ante ello, los militares abrieron fuego conta la unidad, la cual transportaba a decenas de migrantes. Esto ocasionó la muerte de seis personas provenientes de El Salvador, Perú y Egipto, y al menos otras diez resultaron heridas.