A lo largo de la historia de la humanidad, el cabello ha jugado un papel importante en diferentes culturas; tanto que en la actualidad suele asociarse a una mujer con el cabello largo y a un hombre con el cabello corto pero las personas que tienen un padecimiento capilar suelen enfrentar diferentes conflictos.
La alopecia es una enfermedad en la que se provoca la caída del pelo debido a que el sistema inmune ataca los folículos capilares de forma accidental, por lo que su caída es repentina y aunque en algunos casos vuelve a crecer, lo más probable es que se caiga de nuevo.
Por lo general, la alopecia afecta la cabeza y la cara, aunque se puede perder el pelo en cualquier parte del cuerpo. En la mayoría de los casos se cae por pequeños y redondos grupos del tamaño de una moneda pero en otros casos llega a caerse una cantidad más grande.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la piel, los principales causantes de alopecia son el estrés, herencia genética y puede afectar a todos los grupos raciales y étnicos.
Puede suceder a cualquier edad, pero en la mayoría de las personas que presentan este diagnóstico se desarrolla entre la adolescencia y antes de los 40 años.
En la actualidad tanto hombres como mujeres utilizan cortes diversos y cada uno puede escoger el largo de su cabello pero históricamente han sufrido discriminación, por lo que al día de hoy existen diferentes países con leyes que penalizan a todas las personas que mantienen actitudes discriminatorias.
Sin embargo no siempre fue así, pues en la antigüedad las personas de clase alta se distinguían de las demás por tener la frente grande, así era evidente que su estatus era superior al de las personas que conformaban el reino.
Su origen y la calvicie en la Edad Media
De acuerdo con diferentes medios, el Día Mundial de los Calvos es para darle visibilidad a la problemática de la discriminación a partir de la concientización de los efectos que puede producir en una persona.
Además, con este día también se busca la aceptación de nuevas estéticas varoniles, validando así una muestra más de que no existe sólo un tipo de masculinidad.
Durante la edad media solía asociarse que alguien de origen prestigioso no tenía cejas tan pobladas y la frente era bastante amplia, por lo que en caso de que alguien tuviera la frente pequeña y las cejas pobladas, se le declaraba de clase baja.
Para el clero esta tendencia de las frentes descubiertas generaba repudio debido a que representaba un indicativo de vanidad y orgullo.
Invenciones contra la alopecia
Pese a que en algunas culturas ser calvo aportaba masculinidad, en otras, podía significar algo más, así que tenían muchos remedios para combatirla y uno de los creados más recientemente es el minoxidil.
En la década de 1950, un médico de Nueva York consiguió remover mechones de cabello de un área que no presentaba problemas a una zona afectada de alopecia, y así dio pie también a una nueva etapa, el trasplante capilar.
Es importante señalar que no todos los tratamientos son válidos para todos los pacientes y cada caso requiere diagnóstico previo para aplicar el más apropiado. Por eso, lo mejor es ponerse en manos de profesionales para que estudien las causas del problema y aconsejen la solución más adecuada.