En la actualidad, es muy común que, cuando hay lluvias fuertes en la Ciudad de México (CDMX) y sus alrededores, algunas zonas se aneguen. En casos muy extremos, hay lugares que se inundan de manera considerable.
Hay diversas razones por las que esta parte del país sufre de este problema constantemente. Uno de los problemas que provocan esta situación, es la ubicación de la capital y sus zonas aledañas, pues está dentro de la cuenca del valle de México, que además, está rodeada de cerros y montañas que favorecen la concentración de las precipitaciones en zonas pobladas.
Aunado a ello, hay que decir que la cultura de la limpieza en los capitalinos no es muy buena, por lo que acostumbran tirar basura en las calles. Esto provoca que en los drenajes de la capital se acumulen estos desechos, provocando el estancamiento del agua, principalmente en avenidas y viaductos que provocan tráfico y caos vial.
Sin embargo, cuando se registra una inundación en alguna parte del Valle de México, es cuestión de unas horas o, máximo, un par de días para que pueda regularse la situación y que las calles queden libres de agua de nuevo.
Pero en la capital del país, una vez, se registró una inundación que duró nada más y nada menos que cinco años.
¿Cuándo se registró una inundación que duró cinco años en la capital?
El divulgador cultural y cronista de la CDMX Enrique Ortiz, compartió recientemente, en su cuenta de la red social X, detalles sobre la ocasión en la que la capital mexicana estuvo bajo el agua por cinco años.
Según la información compartida por el también escritor, fue la noche del 20 al 21 de septiembre de 1629 que comenzó la peor inundación que ha sufrido la capital mexicana en toda su historia. Esta madrugada se conoció como La Noche de San Mateo, pues el día 21 de septiembre se celebra a ese santo.
La ciudad estuvo inundada de 1629 a 1634, y debido a dicha tragedia es que no se cuenta con edificios del siglo XVI en el Centro Histórico capitalino. Y es que muy pocos sobrevivieron a la inundación, siendo uno de ellos el Hospital de Jesús.
En el momento en el que ocurrió este suceso, gobernaba el virrey Rodrigo Pacheco y Osorio, Marqués de Cerralbo.
En esa ocasión, la lluvia duró 36 horas seguidas, inundando hasta 2 varas casi toda la capital del país, que actualmente es lo que se conoce como Centro Histórico. Esto es, aproximadamente, 170 centímetros de altura. Se estima que este evento dejó unos 30 mil muertos, principalmente indígenas, mestizos y miembros de castas por ahogamiento, derrumbes y enfermedades. La CDMX quedó prácticamente vacía. Se paralizó el comercio y comenzó a faltar el alimento y el agua para beber.
Fue hasta 1634 que, finalmente, las aguas cedieron. Incluso, en la actualidad, en la calle Madero esquina con Motolinia, en el centro, donde puede verse una cabeza de león creada con concreto, misma que representa el nivel al que llegó el agua en aquella ocasión.
En el evento fallecieron algunos personajes destacados de la época, como el corregidor de la ciudad, don Francisco Enríquez Dávila, quien falleció el 5 de noviembre y fue enterrado a las nueve de la mañana siguiente en el convento de la Merced; Inés Pacheco de la Cueva, hija del virrey, que falleció en julio de 1631, y el distinguido profesor de teología doctor Alonso Muñoz de la Real y Pontificia Universidad de México.
Antes de la inundación, en la ciudad había en funcionamiento 340 tabernas, sin embargo, tras el hecho, solamente siguieron funcionando 27. Las clases altas abandonaron la ciudad y se alojaron en sus casas de campo y haciendas.
Los ciudadanos trajeron la representación sagrada de la Virgen de Guadalupe, desde El Tepeyac, pensando que si a la Virgen de los Remedios se le pedía por lluvia, a la Guadalupana se le pediría que las aguas se retiraran. La procesión fue de 200 canoas encabezadas por el arzobispo Francisco Manzo y Zúñiga. El virrey Marqués de Cerralbo pidió prestados 6 mil pesos para comprar y repartir alimentos entre los ciudadanos que lo habían perdido todo.
Además, se improvisaron seis hospitales para atender a los enfermos. Incluso, se pensó en reubicar la CDMX a Coyoacán o Tacubaya, sin embargo, el costo era mayor al construir la ciudad desde cero.