Autoridades capitalinas de la Ciudad de México ofrecieron este viernes, luego de 12 años, una disculpa pública a la familia y amigos de Josafat López Balderas, estudiante de medicina que falleció bajo la custodia de las autoridades, luego de ser detenido al ser acusado de robo.
El encargado de Despacho de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, Ulises Lara, dijo que con esta disculpa la dependencia asume públicamente su responsabilidad, y que es plenamente consciente de que los hechos victimizantes, descritos en la Recomendación 11/2018, afectaron la confianza de la familia respecto de la autoridad investigadora y el sistema de justicia.
“Este acto, en el que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México asume públicamente su responsabilidad, tiene como propósito dirigirse a usted, señora Guadalupe Josefina Balderas Barrios y a su familia, expresándole que es un acto humano y sincero por honrar la memoria de Josafat Hasam López Balderas” indicó Lara.
Por su parte, el representante de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Pablo Vázquez Camacho, puntualizó que la policía actuó incorrectamente al, en se momento, no solicitar el apoyo de los servicios de emergencia, ni trasladar de manera inmediata al joven a un centro de atención médica, que fue brutalmente golpeado al ser confundido con un ladrón, lo cual pudo haber salvado su vida.
“En la Secretaría de Seguridad Ciudadana tenemos claro que el derecho a la vida y a la integridad personal son prerrogativas fundamentales sin las cuales resulta imposible acceder al goce del resto de los Derechos Humanos y Libertades inherentes a todas las personas, lo que impone a todas las autoridades y en especial a las encargadas de la seguridad pública, la obligación de adoptar todas las medidas necesarias para salvaguardarlas”, subrayó el jefe de la policía.
Esta disculpa pública atiende uno de los puntos de la Recomendación 11/2018, emitida por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), que las nombra como autoridades responsables del fallecimiento de Josafat, quien el 28 de diciembre del 2012, fue golpeado en Tepito tras ser confundido con un delincuente.
Luego de la brutal golpiza que el joven estudiante de medicina recibió por comerciantes del Barrio Bravo, que lo confundieron con un ladrón, la policía lo detuvo con uso excesivo de la fuerza, provocándole una lesión en el cuello que fue fatal para Josafat, además de negarle atención médica oportuna al momento de su arresto.
En investigaciones posteriores, la madre de Josafat descubrió que su hijo había llegado vivo al Ministerio Público, y que fue ahí donde murió, pero que los policías lo regresaron a la patrulla para evitar ser culpados por su fallecimiento.
La Comisión de Derechos Humanos documentó que, derivado de los hechos acaecidos en la entonces Delegación Cuauhtémoc, entre otras autoridades, las actuaciones de personal de la entonces Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, no garantizó el debido proceso, el acceso a la justicia y a la verdad, al no realizar una investigación a profundidad.
Las autoridades no buscaron agotar todas las líneas de investigación, incluyendo la posible ejecución extrajudicial; omitieron resguardar el lugar de los hechos y realizar las diligencias necesarias de manera oportuna, así como fundar y motivar adecuadamente las determinaciones, respecto de los lamentables hechos que derivaron en el fallecimiento de López Balderas.
La presidenta de este organismo, Nashieli Ramírez Hernández, destacó que esta ceremonia se inscribe en el cumplimiento de la reparación integral del daño y la restitución de dignidad, por las violaciones al derecho a la vida, por falta al deber de cuidado e indebida procuración de justicia.
En tanto, Guadalupe Josefina Balderas Barrios, madre de afirmó que no estuvo presente en el acto para compartir su dolor, sino para dignificar la vida de su hijo, exigir justicia, verdad y un cambio en las instituciones.
“Tristemente otras madres han sufrido tragedias similares”; su hijo, aseguró, era un joven lleno de vida, con sueños y esperanzas. “No basta con reconocer el error, es necesario corregirlo y actuar de manera concreta para estas tragedias no se repitan” puntualizó la profesora y madre de familia.