En su columna de opinión de este viernes, el periodista Raymundo Riva Palacio advierte las complejas realidades que enfrenta Claudia Sheinbaum en su incipiente mandato al frente de México. Según Riva Palacio, las primeras horas de Sheinbaum al poder fueron una inmersión directa en el “cotidianeidad del desastre” dejado por su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, especialmente en materia de seguridad. El autor indica que durante los primeros tres días de la nueva administración se documentaron cifras alarmantes de homicidios dolosos, con “80 asesinatos en su primer día” y “85 en el segundo”.
Riva Palacio resalta la presión añadida sobre Sheinbaum por las acciones del Cártel de Sinaloa. Comenta que, al tercer día de su gobierno, “Los Chapitos”, hijos de Joaquín el Chapo Guzmán, lanzaron mensajes en mantas en Culiacán, instando a la presidenta a tomar partido en su conflicto interno por el control del cártel. Este acercamiento, según indica, podría relacionarse con la percepción de continuidad respecto a la política de “tolerancia y cobertura” que, en su opinión, López Obrador brindó al crimen organizado.
La Fiscalía General también entra al foco tras un incidente en Chiapas, donde “dos soldados mataron a seis inmigrantes”, planteando un dilema sobre el uso de militares en seguridad pública. Riva Palacio señala que Sheinbaum ya ha declarado que acciones de este tipo “no deben suceder”, mostrando una postura crítica hacia la militarización.
La visión del autor continúa abordando la relación entre el gobierno mexicano y las organizaciones criminales. Insinúa que, bajo López Obrador, existía un nivel de connivencia, mientras que Sheinbaum ha manifestado un claro rechazo a cualquier nexo con el crimen organizado. De acuerdo con Riva Palacio, desde la campaña electoral, Sheinbaum tomó medidas para distanciarse de personas “vinculadas con el narcotráfico”, subrayando la diferencia con el gobierno anterior.
En su análisis, Riva Palacio destaca que el enfoque de Sheinbaum se distanciará de la estrategia de “abrazos, no balazos” de López Obrador. Si bien su retórica indica un combate firme contra el crimen organizado, busca evitar un retorno al tipo de “guerra contra las drogas” que caracterizó el gobierno de Felipe Calderón. “Garantizar la solidez institucional”, dice, se percibe como una de las claves para Sheinbaum, tomando ejemplos de éxito internacional como “Italia con la mafia” o “Colombia con Pablo Escobar”.
Respecto a la política de seguridad, Riva Palacio menciona que la estrategia de Sheinbaum será “anunciada la próxima semana” y subraya que se orienta “al combate del crimen organizado, pero de manera integral”. Según el autor, uno de los objetivos será reducir la violencia asociada al deterioro institucional en cuerpos de seguridad, un punto que él considera crucial en la lucha contra las organizaciones delictivas.
Finalmente, Raymundo Riva Palacio no escatima en destacar las dificultades inherentes al contexto nacional. Según su columna, lograr el “éxito” en una nación diversa y compleja como México requerirá no solo una estrategia fuerte sino una ejecución efectiva, diferentes a las pretensiones de paz que, cree, prometió infructuosamente López Obrador.