Asesinatos, levantones, masacres, narcobloqueos y narcomantas. Eso es lo que viven a diario los ciudadanos de Culiacán, capital del estado de Sinaloa, desde hace algunas semanas. Esto, por la guerra que llevan a cabo dos facciones del Cartel de Sinaloa: Los Chapitos y La Mayiza.
Unos pertenecen al bando de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, quien se encuentra preso de por vida en una cárcel de alta seguridad en los Estados Unidos. Los otros, pertenecen al bando del Mayo Zambada.
Los enfrentamientos entre estos dos bandos comenzaron el pasado lunes 9 de septiembre. Esto, tras la captura de Ismael El Mayo Zambada, quien fue trasladado a Estados Unidos y detenido en ese país vecino del norte. El narcotraficante fue detenido junto con Joaquín Guzmán López, uno de los hijos del Chapo Guzmán. Desde la cárcel, Zambada acusó de traición a su ahijado, el hijo del Chapo, pues expuso que él lo habría entregado a las autoridades estadounidenses.
Desde esa fecha, y hasta el pasado 29 de septiembre, se habrían registrado 118 asesinatos.
¿Cómo actuará la Guardia Nacional ante la guerra entre Los Chapitos y La Mayiza?
Tras la ola de violencia que se vive en Culiacán, provocada por los dos grupos delictivos, este viernes, el gobernador del estado, Rubén Rocha Moya, dio a conocer que se desplegaron 590 elementos de la Guardia Nacional (GN) en la capital sinaloense, para el resguardo de la seguridad y proximidad ciudadana, mientras concluye la revisión del armamento de la Policía y Tránsito de la capital del estado.
Fue por medio de una publicación en sus redes sociales, que Rocha Moya dio a conocer que continúa la revisión del armamento de la corporación municipal, respecto a la licencia colectiva LOC-204 que corresponde a la Policía Municipal.
Cabe destacar que desde el pasado 25 de septiembre, personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) concentró a todos los elementos de la Policía Municipal y de tránsito para iniciar la verificación de las armas de cargo que portan y cotejarlas con los registros de la licencia colectiva que les expide.
Esta situación generó una ausencia de seguridad, principalmente en el primer cuadro de la ciudad, donde varios comercios fueron objeto de saqueos y robos continuos, por lo que se inició un operativo de vigilancia con la Policía Estatal Preventiva.