Omar García Harfuch es un personaje clave en la nueva estrategia de Seguridad de Sheinbaum, según Riva Palacio

La columna de Raymundo Riva Palacio de este jueves, analiza las dificultades de Claudia Sheinbaum en su nueva estrategia de seguridad, señalando el papel de Omar García Harfuch y la necesidad de alinear discurso con acción frente al crimen organizado

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La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y Omar García Harfuch participan en una conferencia de prensa en la Ciudad de México (México). Imagen de archivo. EFE/Isaac Esquivel
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y Omar García Harfuch participan en una conferencia de prensa en la Ciudad de México (México). Imagen de archivo. EFE/Isaac Esquivel

Claudia Sheinbaum enfrenta un desafío significativo en su estrategia de seguridad según lo plantea Raymundo Riva Palacio en una columna de opinión de este jueves. El diseño de esta estrategia, que busca resolver un problema “que rebasó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador”, ha sido atribuido principalmente a Omar García Harfuch, el nuevo secretario de Seguridad Pública. García Harfuch planea un enfoque novedoso basado en un “nuevo andamiaje institucional” y la consolidación de áreas dispersas para contrarrestar el crimen organizado.

Riva Palacio señala que la estructura del gabinete de seguridad aún está en proceso de definición. “La nueva organización no ha sido fácil”, enfatiza, ya que la Secretaría de Seguridad Pública se ha quedado sin fuerzas policiales al integrarse la Guardia Nacional al Ejército. No obstante, gracias a negociaciones, podrían mantenerse bajo el mando de García Harfuch entre 15,000 y 20,000 guardias exintegrantes de la antigua policía de caminos.

El enfoque de García Harfuch se centra en impulsar las capacidades de inteligencia, especialmente a través del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Según Riva Palacio, García Harfuch “enfocó su plan a fortalecer las áreas de inteligencia”. Para esto, ha contado con el apoyo de Francisco Almazán Barocio, quien deberá dirigir el CNI y el Centro Nacional de Fusión de Inteligencia. Este último fue creado durante el gobierno de Felipe Calderón y es esencial en el procesamiento de información de inteligencia federal.

A pesar de estos intentos de consolidación, la influencia de García Harfuch enfrenta ciertas limitaciones. Deseaba controlar la Agencia de Investigación Criminal, pero parece que Francisco de Jesús Gallo, actual titular, permanecerá en su puesto. Aun así, Riva Palacio menciona que “la posibilidad de que sea él quien nombre a sus titulares está cerca de materializarse” en entidades cruciales como la Unidad de Inteligencia Financiera y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Harfuch será parte del gabinete de Sheinbaum (Cuartoscuro)
Harfuch será parte del gabinete de Sheinbaum (Cuartoscuro)

Riva Palacio también destaca la relación entre Claudia Sheinbaum y las fuerzas armadas. García Harfuch ha buscado establecer una “buena coordinación” con los nuevos titulares de la Defensa y la Marina, generando respuestas positivas. Sin embargo, las aduanas seguirán bajo el control del Ejército y la Marina por intervención directa de López Obrador, lo que representa un obstáculo para Sheinbaum, quien quería un control civil para mejorar la recaudación.

En la columna de opinión se hace hincapié en la necesidad de una alineación clara entre el discurso y la acción. Riva Palacio advierte que “si el mensaje no está alineado”, la estrategia estará condenada. Esto surge del contraste entre la promesa de Sheinbaum de no combatir directamente a los cárteles de drogas y la estructura de combate al crimen organizado planteada por su gabinete de seguridad.

El análisis de Riva Palacio también resalta fallos del pasado, como la estrategia de seguridad de Calderón y el colapso bajo Peña Nieto, donde se ignoró fundamentalmente el apoyo y la evaluación de las policías municipales. Esta omisión podría haber prevenido eventos trágicos, como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. García Harfuch intenta corregir estos errores mediante la reestructuración de policías, fiscalías y sistemas penitenciarios estatales, destacando la importancia de la capacitación y estándares de evaluación.

Para Sheinbaum y su equipo, los desafíos son inmensos, especialmente después de dos sexenios que vieron, según Riva Palacio, una “destrucción” significativa en el ámbito de seguridad. García Harfuch debe “administrar las expectativas” y cambiar la percepción pública para que la ciudadanía recupere la confianza. Se sugiere que una “captura de alto impacto” podría revitalizar el ánimo y demostrar que Sheinbaum se toma en serio la lucha contra el crimen.

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