A más de dos meses del arresto de Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, y de Ismael El Mayo Zambada, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) notificó el decomiso de la aeronave que los transportó de México al aeropuerto privado de Santa Teresa en Nuevo México, en el condado de Doña Ana.
El documento, publicado este 2 de octubre, detalla que fue el pasado 25 de julio cuando el FBI incautó la aeronave Beech King Air 200 de 1976.
La acción fue realizada como parte de un proceso de decomiso federal, de acuerdo con lo estipulado en el 21 U.S.C. 881, una ley que regula la confiscación de bienes relacionados con actividades delictivas.
La aeronave, con número de serie BB-191, fue decomisada a Joaquín Guzmán López, a quien también se le conoce bajo el alias de “El Güero Moreno”, y a Ismael Mario Zambada García, ambos considerados figuras clave en el liderazgo del Cártel de Sinaloa.
Esta incautación se enmarca dentro de una serie de medidas tomadas por las autoridades estadounidenses para desmantelar las operaciones logísticas y financieras del cártel, afectando directamente a sus activos y bienes.
El documento publicado también revela que la aeronave está valuada en al menos 650 mil dólares, lo equivalente a 12 millones 656 mil 215 pesos.
El documento también señala que es posible presentar una Petición de Remisión o Mitigación para solicitar que el gobierno perdone parcial o totalmente el decomiso de los bienes incautados. Los interesados tienen 30 días desde la publicación de la notificación para realizar dicha petición. Es importante destacar que, conforme a la legislación de Estados Unidos, el proceso de decomiso se dirige contra la propiedad en sí, y no necesariamente contra el propietario.
Desde la captura de ambos capos del narcotráfico el caso ha estado envuelto en la controversia y ha dejado muchas preguntas que hasta el momento no han podido ser respondidas.
De acuerdo con una carta publicada por la defensa del Mayo Zambada, el veterano narcotraficante fue secuestrado y llevado a Estados Unidos por Joaquín Guzmán López, quien además es su ahijado, para participar en una reunión que supuestamente tenía como objetivo resolver disputas políticas en Sinaloa.
Zambada menciona que, al llegar a la cita en Huertos del Pedregal, a las afueras de Culiacán, fue emboscado por hombres armados al servicio de Los Chapitos, quienes lo agredieron y llevaron a un avión privado, donde fue detenido por agentes federales en El Paso, Texas.
Este relato contrasta con las versiones oficiales, especialmente la de Rubén Rocha Moya, el gobernador de Sinaloa, quien ha negado cualquier relación con el crimen organizado y ha rechazado la afirmación de Zambada sobre la reunión.
La situación se vuelve más confusa debido al asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda, un político involucrado en la disputa, ocurrido el mismo día de la detención de Zambada. Este hecho ha llevado a especulaciones sobre posibles ajustes de cuentas y el papel de la violencia en el contexto político y criminal de la región.
Desde su primera audiencia, el hijo de El Chapo Guzmán ha reiterado su inocencia de las acusaciones que el gobierno de Estados Unidos ha hecho en su contra.
Apenas el pasado lunes Guzmán López se presentó en la sala 1241 a las 09:15 para su audiencia en la que la Fiscalía de Estados Unidos como la defensa solicitaron más tiempo para analizar la evidencia del caso, lo que llevó a la jueza Sharon Johnson Coleman a otorgar un plazo de 90 días. La próxima audiencia fue fijada para el 7 de enero de 2025.
Por otro lado, El Mayo Zambada también se ha declarado como no culpable en Nueva York. El capo enfrenta al menos 17 cargos. Su próxima audiencia está prevista para el 31 de octubre.
La traición de Los Chapitos en contra de El Mayo Zambada ha desatado el infierno en el estado de Sinaloa, que enfrenta una ola de violencia mientras las facciones lideradas por Iván Archivaldo Guzmán Salazar (Los Chapitos) e Ismael Zambada Sicairos (La Mayiza) se pelean el control total del Cártel de Sinaloa.