El 1 de diciembre de 2018, Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia de México en medio de un ambiente cargado de simbolismo y rituales de purificación, un evento destacado en el capítulo “La purificación de López Obrador” del libro Los brujos del poder 3 de José Gil Olmos.
El autor relata los detalles de esta ceremonia especial que, más allá de los actos políticos tradicionales, incorporó elementos espirituales de protección y limpieza, reflejando la conexión de López Obrador con las creencias populares y la historia ancestral de México.
En la Plaza de la Constitución, bajo un cielo azul intenso, el humo aromático del copal y el incienso envolvieron al presidente, en un rito que buscaba limpiarlo de malas vibras y malos deseos en su contra.
Miles de personas se congregaron en el Zócalo de la Ciudad de México para presenciar este momento en el que López Obrador, acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller y rodeado de representantes de pueblos indígenas, recibió el bastón de mando, símbolo del poder no sólo político sino también espiritual. Este objeto fue consagrado por líderes indígenas a las cinco de la mañana, según el periodista.
“Muy temprano, en los alrededores del Palacio Nacional un grupo de chamanes hizo su propia liturgia y esparció el humo del incienso por las esquinas del edificio colonial para ahuyentar los malos espíritus que pueden dañar al nuevo jefe político del país”, se lee en uno de los extractos.
Durante la ceremonia de toma de posesión de López Obrador, se llevó a cabo una invocación a los “abuelos guardianes”, deidades ancestrales relacionadas con los elementos naturales: tierra, agua, aire y fuego.
Un momento clave de la ceremonia fue cuando López Obrador se arrodilló para ser purificado en un ritual que incluía hierbas, maíz, un crucifijo y una imagen de la Virgen de Guadalupe.
A partir de ese momento, López Obrador comenzó una serie de actos que no sólo marcaron un cambio de administración, sino que simbolizaron el inicio de lo que él denominó “la cuarta transformación” del país, un proceso que comparó con hechos históricos como la Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana.
El autor también destaca que no era la primera vez que López Obrador participaba en un ritual de limpieza. En 2006, durante su primera campaña presidencial, el entonces candidato fue sometido a una “limpia” realizada por brujos de Catemaco.
Sin embargo, fue durante la toma de posesión de la presidencia de México que la ceremonia adquirió un carácter oficial y fue observada por una multitud que veía en él al máximo líder político y espiritual del país.
Con 65 años en ese entonces, López Obrador asumió el poder desde el corazón simbólico de México, las ruinas de Tenochtitlán, reivindicando la historia y las tradiciones ancestrales del país. Para sus seguidores, este acto representaba una renovación no solo política, sino espiritual, consolidando su figura como un líder con una profunda conexión con las raíces culturales mexicanas.
El relevo de AMLO
Claudia Sheinbaum asumirá este martes como presidenta de México, marcando un hito histórico al ser la primera mujer en liderar la nación. La ceremonia de juramentación, que se llevará a cabo en San Lázaro, contará con la presencia de dignatarios extranjeros como el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y la primera dama de Estados Unidos Jill Biden.
De 62 años y exalcaldesa de Ciudad de México, científica de formación, ha prometido continuar con la agenda de reformas de su predecesor y mentor, quien el lunes dejó el cargo con una popularidad cercana al 70%, atribuida principalmente a sus políticas enfocadas en ayudar a los mexicanos más pobres.
Sheinbaum Pardo celebrará su investidura con un evento popular en el Zócalo capitalino, como años atrás lo hizo López Obrador.
Se espera una gran afluencia de ciudadanos para conmemorar este momento histórico, un acto que además contará con una ceremonia de 70 pueblos indígenas y afromexicanas, quienes le entregarán el bastón de mando.
Asimismo, se llevarán a cabo danzas y bailes representativos de pueblos indígenas de diversos estados, como la Danza Xochipitzáhuatl de la región Huasteca, Danza de Pascola y Venado de Sonora y Sinaloa; Baile del Sol de la Artesa, originario de Guerrero, entre otros.