Luego de un discurso de 40 minutos de duración luego de haber recibido de manos de Ifigenia Martínez la banda presidencial, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo protagonizó un emotivo momento con el ahora expresidente Andrés Manuel López Obrador quien, con un beso, un abrazo y levantando sus manos en señal de victoria, turna la dirección del país a la primera mujer en ser considerada Jefa de Estado.
El fundador de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), se acercó a la presidenta ya sin portar la banda elaborada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y, sin decir ninguna palabra, selló su retiro de la vida pública y política tal como lo había dado a conocer en el pasado.
Cabe desatacar que la morenista y exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, inició su primer pronunciamiento ya como presidenta constitucional, remarcando la labor de morenista y sobre todo, la cercanía y cariño que le tiene, lo que conmovió de nueva cuenta al tabasqueño quien fue captado con los ojos cristalinos en señal de estar al borde del llanto.
“Hace exactamente 19 años en este mismo recinto, en un atropello a la libertad, el entonces jefe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador, frente a aquella legislatura pronunció un discurso que cimbró para siempre la lucha por la democracia. En comparecencia frente al juicio de desafuero, cuyo único propósito era el intento de un fraude anticipado dijo: ‘ustedes me van a juzgar, pero no olviden que todavía falta que a ustedes y ni nos juzgue la historia’”.
Durante su discurso, la morenista hizo hincapié que Andrés Manuel López Obrador, ha sido calificado como uno de los líderes políticos y luchadores sociales más importantes de la historia moderna del país. Bajo esa tónica, insistió que fue, para millones “el presidente más querido solo comparable con Lázaro Cárdenas”. Estas elevadas valoraciones reflejan la percepción popular del mandatario y su gestión conocida popularmente como la Cuarta Transformación.
Por su parte, la presidenta también destacó la importancia histórica del tabasqueño al mencionar que es “el que inició la revolución pacífica de la Cuarta Transformación de la vida pública de México”. Este reconocimiento no se limita solamente a su popularidad, sino también a sus contribuciones tangibles en el ámbito político y social del país.
En diversas ocasiones, el expresidente quien además fue despedido por Ifigenia Martínez como ciudadano, ha solicitado “no develar bustos, ni poner su nombre en calles, avenidas, barrios o colonias, tampoco monumentos ni hacer grandes homenajes”. Este gesto, lejos de disminuir el reconocimiento hacia su figura, parece reforzar su imagen de humildad y cercanía al pueblo. Adicionalmente, la presidenta enfatizó que “usted estará siempre donde solo residen los que luchan toda la vida”, una declaración que subraya el cariño del pueblo que el tabasqueño se lleva tras cerrar su ciclo.
“Usted estará siempre en el corazón del pueblo de México”, dijo la presidenta.
AMLO sella su retiro con un abrazo
Tras terminar el discurso que además incluyó parte del eje de Gobierno que Claudia Sheinbaum Pardo pondrá en marcha a partir de este momento, se acercó al morenista quien ya se encontraba de pie para darle un beso y un abrazo en señal de admiración pero, sobre todo, tranquilidad por saber que su legado continuará con la administración de la morenista.
López Obrador no solo dejó su despedida con este gesto, sino que además optó por levantar la mano de la presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos en señal de triunfo, una imagen que fue motivo para que los integrantes del Poder Legislativo estallaran en júbilo, al tiempo que permitió que ambos morenistas se mostraran con un semblante de nostalgia y satisfacción al mismo tiempo.