Durante su primer discurso como la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, rechazó que el pase de la Guardia Nacional a manos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) signifique la militarización del país: “Quien lo crea, está totalmente equivocado”.
El uso de las Fuerzas Armadas para realizar labores de seguridad pública fue una de las estrategias más cuestionadas de lo tres últimos presidentes; y aunque Andrés Manuel López Obrador, Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón las utilizaron para combatir al crimen organizado, es a éste último a quien se le considera como el principal responsable de la escalada de violencia que dejó 476 mil 150 personas asesinadas de diciembre de 2006 a septiembre de 2024.
Es por esta “herencia política” que Claudia Sheinbaum mencionó al expresidente Felipe Calderón durante su primer discurso en la Cámara de Diputados:
“Garantizaremos la disminución de los delitos de alto impacto. No regresará la irresponsable ‘guerra contra el narco’ de (Felipe) Calderón que tanto daño le sigue haciendo a México”.
La mandataria agregó que su estrategia de seguridad se centrará en cuatro ejes: Atención a las causas, inteligencia e investigación, fortalecimiento de la Guardia Nacional y cero impunidad.
Previo a su toma de protesta en la Cámara de Diputados, el expresidente Felipe Calderón mandó un mensaje a Claudia Sheinbaum: “Deseo sinceramente que le vaya bien. Que sea auténtica jefa del Estado, y no sólo lideresa de una facción. Que gobierne para todos y comience una etapa de reconciliación, de reconstrucción de instituciones, de respeto al medio medio ambiente y se fortalezca un Estado democrático y de Derecho en México.
Guardia Nacional y “guerra contra el narco”
Antes de dejar la Presidencia y aprovechando la mayoría que tienen en el Congreso de la Unión, Morena y sus aliados le permitieron al expresidente Andrés Manuel López Obrador despedirse con la publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) de la reforma constitucional a la Guardia Nacional.
Las reformas a las artículos 13, 16, 21, 32, 55, 73, 76, 78, 82, 123 y 129 garantizan que la Federación contará con la Guardia Nacional como “una fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente e integrada por personal de origen militar con formación policial, dependiente de la secretaría del ramo de Defensa Nacional”.
Aunque durante su promesa de campaña, el expresidente Andrés Manuel López Obrador anunció la creación de la Guardia Nacional, la cual -insistió- permanecería bajo un mando civil; al final de su sexenio reculó y promovió la reforma para que pasara a manos de la Sedena, bajo el argumento de que con la disciplina militar “no se pudra” como sucedió con la Policía Federal.
Fue justamente bajo la administración de Felipe Calderón, cuando, bajo las órdenes de Genaro García Luna, la Policía Federal se convirtió en una extensión de grupos criminales que se fortalecieron de la llamada “guerra contra el narco” que se enfocó a atacar a los rivales del Cártel de Sinaloa.
Esa “guerra” provocó que los homicidios dolosos durante la administración de Felipe Calderón pasaran de 8 mil 867 en su primer año de gobierno (2007) a 25 mil 967 en 2012. La tendencia creció desde ese momento hasta alcanzar 36 mil 685 carpetas de investigación durante el gobierno de Enrique Peña Nieto en 2018, su año más violento.
Aunque el expresidente López Obrador presumió una tendencia a la baja durante su administración, el primer piso de la Cuarta Transformación quedó marcado como el más violento de la historia moderna de México, con 199 mil 621 homicidios dolosos cometidos del 1 de diciembre de 2018 al 30 de septiembre de 2024, según el reporte “La Guerra en números” de TResearch Internaiconal: el promedio de homicidios diarios fue de 94, lo que quiere decir que cada 15 minutos asesinaron a una persona en el país.