El sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador está por concluir y con ello también su trayectoria política de más de 40 años; misma que, durante los últimos meses de su administración, se ha visto “manchada” de múltiples acusaciones por presuntos nexos con el narcotráfico.
Aunque el gobierno del originario de Tepetitán, Tabasco, se caracterizó por marcar un distanciamiento de la denominada “guerra contra el narco” ―iniciada por el expresidente Felipe Calderón― y la búsqueda de la pacificación del país a través de otros métodos, su estrategia de seguridad no fue suficiente y, por el contrario, lo vinculó con los cárteles de drogas de distinta manera a sus predecesores.
Uno de los hechos que ocasionó que su sexenio fuera relacionado con el crimen organizado se registró poco después de que asumió la Presidencia de México, el 1 de diciembre de 2018.
El 14 de febrero de 2019, dos días después de que Joaquín Guzmán Loera, cofundador del Cártel de Sinaloa, fuera encontrado de narcotráfico en Estados Unidos, su madre, María Consuelo Loera Pérez, envió una carta al nuevo mandatario federal pidiendo su intervención para repatriar al narcotraficante a México y para conseguir visas humanitarias a ella y sus hijas, Armida y Bernarda.
En la misiva, Loera Pérez aseguró que su hijo había sido entregado ilegalmente a las autoridades estadounidenses por el gobierno de Enrique Peña Nieto, además de referir que llevaba más de cinco años sin poder reunirse con él.
El hecho trascendió como cualquier otra noticia de interés general, pero poco después quedó en el olvido. Entonces, en marzo de 2020, López Obrador tomó una decisión que provocó la crítica de miles de mexicanos.
Durante una visita a Badiraguato, Sinaloa ―cuna de ‘El Chapo’ y otros narcotraficantes― para supervisar la construcción de un camino, el fundador de Morena se encontró con la madre del otrora líder del Cártel de Sinaloa, a quien no dudó en acercarse a saludar de mano. El encuentro quedó registrado en un video de 30 segundos de duración, en el que se escucha a López Obrador decir: “Te saludo, no te bajes. Ya recibí tu carta”.
El ‘Culiacanazo’ y la decisión de AMLO
Aunque el breve encuentro entre la madre de Guzmán Loera y López Obrador ocasionó un gran descontento social, para ese entonces la ahora saliente administración ya era señalada de tener nexos con el Cártel de Sinaloa.
El hecho más trascendental ocurrió el 17 de octubre de 2019. Aquel día, Culiacán fue escenario de múltiples enfrentamientos armados, narcobloqueos y otras acciones criminales, consecuencia de la detención de Ovidio Guzmán López, alias ‘El Ratón’, el menor de Los Chapitos.
Pese a que todo apuntaba que López Obrador había conseguido su primera gran detención, en un hecho inaudito, pocas horas después de la captura del joven criminal, ordenó su liberación.
“Lo más importante es la protección de los ciudadanos, proteger la vida de los seres humanos en general”, argumentó.
“Este señor es un narcopresidente”, acusaron en redes sociales.
¿Financiamiento del Cártel de Sinaloa? Las acusaciones más graves
El término narcopresidente volvió a tomar fuerza en enero de 2024, cuando tres artículos publicados en Deutsche Welle (DW), ProPublica e InSight Crime señalaron simultáneamente a López Obrador de haber recibido dinero del Cártel de Sinaloa para su campaña presidencial del 2006.
Los reportajes, encabezados por los periodistas Anabel Hernández, Tim Golden y Steven Dudley, respectivamente, sostenían que la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) tuvo bajo su mira a López Obrador tras las confesiones de varios narcotraficantes.
“Una investigación realizada entre 2010 y 2011 por la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York y la agencia antidrogas DEA, hasta ahora secreta, obtuvo pruebas sólidas de que el Cartel de Sinaloa aportó entre 2 y 4 millones de dólares a la campaña de Andrés Manuel López Obrador cuando fue candidato a la Presidencia en 2006 (sic)”, reveló Hernández.
Menos de 24 horas después, durante su tradicional conferencia de prensa matutina, el mandatario federal rechazó las acusaciones y aseguró que no había ninguna prueba en su contra.
“Es completamente falso, es una calumnia, están desde luego muy molestos y lamentablemente la prensa, como hemos visto no sólo en México, está muy subordinada al poder”, declaró desde Palacio Nacional.
El hashtag #NarcoPresidente se posicionó rápidamente y, en cuestión de días, ya superaba los 100 millones de vistas.
Y las acusaciones continuaron.
El 23 de abril de 2024, Hernández estrenó su obra La historia secreta: AMLO y el Cártel de Sinaloa, donde reveló más datos sobre la presunta relación del líder del Ejecutivo con el narcotráfico.
Pese a ello López Obrador se mantiene firme en su inocencia.
“Es célebre ya, es otro timbre de orgullo la campaña de ‘AMLO presidente narco’, que alcanzó millones de vistas. (...). Y estoy muy contento porque son como pruebas de ácido para medir el nivel de consciencia, de información, de la confianza de nuestro pueblo. Y en todos esos ataques, en todas esas lanzadas, salimos adelante” aseguró el pasado 25 de septiembre.