Caminar, una actividad que a menudo subestimamos, es mucho más poderosa de lo que aparenta. En un mundo donde las rutinas de ejercicio a menudo incluyen entrenamientos intensos o equipos sofisticados, este simple y accesible movimiento ha ganado un lugar destacado en la investigación científica.
Diversos estudios sugieren que caminar no sólo beneficia al cuerpo, sino que también puede transformar el bienestar general de manera significativa.
Esta actividad, además de ser positiva para la salud, es de bajo costo y fácil de incorporar en la rutina diaria, ofreciendo una amplia gama de ventajas para el bienestar físico y mental.
Cuáles son estos beneficios
Mejora la salud cardiovascular
Cuando una persona realiza actividad física de intensidad moderada o vigorosa de forma regular, fortalece el músculo del corazón, lo que mejora su capacidad para bombear sangre a los pulmones y al resto del cuerpo, de acuerdo con la página oficial del Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre de Estados Unidos (NIH).
“Como resultado, fluye más sangre a los músculos y los niveles de oxígeno en la sangre aumentan. Los capilares — unos vasos sanguíneos diminutos del cuerpo — también se ensanchan. Eso les permite suministrar más oxígeno al cuerpo y deshacerse de los productos de desecho”, menciona el sitio.
Hacer ejercicio regularmente también puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, como la cardiopatía isquémica. En esta condición, una sustancia llamada placa se acumula dentro de las arterias coronarias, que son las que suministran sangre rica en oxígeno al corazón.
La placa estrecha las arterias y reduce el flujo de sangre al músculo cardíaco. Con el tiempo, una parte de la placa puede romperse, lo que provoca la formación de un coágulo de sangre. Si este coágulo bloquea la arteria coronaria, puede detener el flujo de sangre hacia el corazón, causando un ataque cardíaco.
Controla el peso
Caminar ayuda a controlar el peso, pues ayuda a quemar calorías. Si una persona agrega 30 minutos de caminata enérgica a su rutina diaria, podría quemar alrededor de 150 calorías más al día. Por supuesto, cuanto más camine y cuanto más rápido sea el ritmo, más calorías se quemarán, según información de Mayo Clinic.
Mejora la salud mental
A medida que envejecen, los niños, adolescentes y adultos mayores que realizan actividad física demuestran una mejor cognición. Los niños muestran mejoras en su capacidad cognitiva tras una sesión de actividad física, según el NIH.
Tanto los niños como los adolescentes y adultos que practican ejercicio tienen un menor riesgo de depresión en comparación con sus pares. Además, la actividad física puede disminuir los sentimientos de ansiedad y, realizándose de manera regular, se pueden reducir esos sentimientos y signos de ansiedad a largo plazo.
Beneficia la salud ósea y articular
Actividades como caminar, correr y levantar pesas, que implican soportar peso, ayudan a desarrollar y mantener la densidad ósea, reduciendo así el riesgo de osteoporosis.
Según la Fundación Internacional de Osteoporosis estas actividades mejoran el equilibrio y contribuyen a disminuir el riesgo de caídas, una de las principales causas de fracturas.
Aumenta la energía y combate la fatiga
La actividad física regular puede fortalecer los músculos y aumentar la resistencia, según Mayo Clinic.
El ejercicio envía oxígeno y nutrientes a los tejidos, lo que ayuda a que el sistema cardiovascular funcione de manera más eficiente. Al mejorar la salud del corazón y los pulmones, tendrás más energía para afrontar las tareas diarias.
Mejora la digestión
Caminar a un ritmo ligero en cualquier momento es beneficioso para la salud, pero un paseo corto entre 60 y 90 minutos después de comer puede ser especialmente útil para reducir los picos de azúcar en sangre, que es cuando los niveles suelen alcanzar su punto máximo. Así lo señala Jessie Inchauspé, autora del libro Glucose Revolution: The Life-Changing Power of Balancing Your Blood Sugar.
Favorece la salud cerebral
Un estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Maryland, EE.UU., ha revelado que caminar fortalece las conexiones en tres redes cerebrales, una de las cuales está asociada con el Alzheimer.
Publicada en Journal for Alzheimer’s Disease Reports, la investigación analizó los cerebros y la capacidad de recordar historias de adultos mayores con función cerebral normal y de aquellos con deterioro cognitivo leve. Los resultados mostraron que la actividad cerebral era más fuerte y sincronizada, demostrando que el ejercicio puede mejorar y adaptar las capacidades del cerebro.
Mejora la calidad del sueño
Diferentes estudios e investigaciones en varios países han encontrado que las personas que practican actividad física regularmente alcanzan el sueño profundo con mayor facilidad y durante periodos más largos en comparación con aquellos que no se ejercitan, según la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte.
Fortalece el sistema inmunológico
La actividad física puede ayudar a eliminar bacterias de los pulmones y las vías respiratorias, reduciendo así las probabilidades de contraer un resfriado, gripe u otras enfermedades, de acuerdo con MedlinePlus.
También provoca cambios en los anticuerpos y glóbulos blancos (GB), las células del sistema inmunitario que combaten las enfermedades. Estos anticuerpos y glóbulos blancos circulan más rápidamente, permitiéndoles detectar enfermedades con mayor rapidez.
La elevación breve de la temperatura corporal durante e inmediatamente después del ejercicio puede inhibir el crecimiento bacteriano, ayudando al cuerpo a combatir mejor una infección, similar a lo que sucede durante una fiebre.
Además, el ejercicio reduce la secreción de hormonas del estrés, y dado que un nivel alto de estrés incrementa las probabilidades de enfermedad, disminuir estas hormonas puede ofrecer una protección adicional.