Andrés Manuel López Obrador (AMLO) está cada vez más cerca de concluir su carrera política, haciéndolo como presidente de la República, un cargo por el cual luchó durante 18 años, lo que lo llevó a manifestar que, con su triunfo en las urnas, cambió la historia del país al impulsar una transformación mediante la cual veló por la población menos favorecida. El mandatario federal no solo hizo un cambio en su política social, sino que además oficializó que el titular del Poder Ejecutivo cambiara de residencia, mudándose de Los Pinos a Palacio Nacional, un inmueble con un valor cultural tan grande que casi se vio comprometido con los ataques a su puerta principal.
Desde que el fundador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) anunció que este recinto se convertiría en su casa oficial desde 2018 hasta la fecha, muchos críticos consideraron el cambio un error, ya que el presidente había estado viviendo en la primera sección del Bosque de Chapultepec, lo que permitía no solo mayor seguridad para su integridad, sino que además daba paso a que Palacio Nacional se convirtiera en un museo que alberga, hasta el momento, gran parte de la historia democrática de México.
El inmueble, localizado en el corazón de la capital mexicana, fue construido sobre las ruinas del palacio de Moctezuma II. Durante la época colonial, se convirtió en la sede de los virreyes de la Nueva España, pero tras la independencia de México, el edificio se adaptó para ser la residencia y oficina de los presidentes del país.
Ejemplo de ello ha sido Benito Juárez, uno de los personajes más importantes de la historia de México, quien residió en Palacio Nacional desde 1858 hasta 1872. A lo largo de su administración, enfrentó la intervención francesa y el Segundo Imperio Mexicano. Posteriormente, fue hogar de Sebastián Lerdo de Tejada desde 1872 hasta 1876, y finalmente, la sede presidencial fue ocupada por Porfirio Díaz de 1876 a 1911, siendo este el último mandatario en usarla como su hogar oficial, ya que a partir de entonces, la lujosa finca ubicada en el Bosque de Chapultepec albergó a la persona encargada de dirigir a la nación.
¿Por culpa de AMLO se dieron los ataques a Palacio Nacional?
A partir del 2018, el presidente de México ha habitado el inmueble, un acto que será secundado por Claudia Sheinbaum Pardo, dejando así a ambos morenitas como aquellos que decidieron romper con la tradición de vivir en el Bosque de Chapultepec, un acto que a la vez acerca al mandatario federal en turno más a la ciudadanía por el fácil acceso.
Es justo ahí donde radican los señalamientos respecto a que los ataques al recinto atentan contra el valor cultural del sitio; sin embargo, los portazos que se registraron en los últimos seis años no han sido los únicos que han dado de qué hablar aunque en el gobierno del originario de Macuspana, Tabasco, el saldo de daños a la Puerta Mariana ascienden a tres.
Fue el 8 de noviembre del 2014 cuando familiares y alumnos de la Escuela Normal ‘Rural Raúl Isidro Burgos’, mejor conocida como Normal de Ayotzinapa, realizaron una marcha con el fin de exigir a las autoridades resultados en torno a la desaparición forzada de los 43 estudiantes ocurrida el 26 de setiembre del mismo año. Tras concluir las movilizaciones, se realizaron pintas, detonaciones de bombas molotov y un incendio en el acceso principal a la casa de López Obrador.
Personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se dieron a la tarea de evaluar los daños, al tiempo que el Gobierno de México destino recursos para rehabilitar la puerta, los cuales no fueron dados a conocer por el presidente. Con estas acciones, se esperaba que no se repitiera los hechos, aunque esto no fue así.
Para el 24 de julio de 2019, miembros de la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas (CODUC) se manifestaron en las inmediaciones de Palacio Nacional orillándolos a realizar daños en la Puerta Mariana con rayones donde se marcaron las siglas de la organización como parte del reclamo a haber quedado fuera de diversos programas y recursos agrícolas, un acto que requirió, de nueva cuenta, de mantenimiento.
No obstante, en ese año se registraron más afectaciones, esta vez el 26 de septiembre, fecha en donde de nueva cuenta, se urgió a las autoridades a responder por la desaparición de los 43 normalistas. Los inconformes golpearon con palos y demás herramientas la puerta principal sin que lograran derrumbarla aunque sí dejar huella de las acciones.
AMLO se despide con daños en la sede presidencial
A lo largo del último año de AMLO como presidente, normalistas de Ayotzinapa acudieron al Palacio Nacional cuando el tabasqueño encabezaba su conferencia de prensa conocida como La Mañanera. Los hechos del 6 de marzo alarmaron a las autoridades debido a que, con apoyo de vehículos pertenecientes a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se derrumbaron vallas metálicas y con ello, se buscó también derrumbar la puerta. Por estos hechos, el INAH adelantó que la restauración demoraría por lo menos, tres meses, al tiempo que se requeriría un total de 700 mil pesos del erario para la reparación.
Finalmente, la liberación de ocho militares vinculados con la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en septiembre de 2014 generó el 13 de mayo de este año, una nueva ola de protestas en la Ciudad de México. Estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” se congregaron frente al Palacio Nacional para exigir una audiencia con el presidente López Obrador.
La manifestación se centró en la demanda de justicia y transparencia en el caso de los 43 normalistas desaparecidos en el estado de Guerrero. Los estudiantes buscaron en aquella fecha, una reunión directa con el presidente para discutir la reciente liberación de los militares y expresar sus preocupaciones sobre el avance de las investigaciones.
La Puerta Mariana es uno de los accesos más emblemáticos del Palacio Nacional. Este portal histórico y cultural tiene un significado especial tanto en la arquitectura del edificio como en los momentos clave de la historia mexicana. Fue construida durante la ampliación del recinto en el siglo XIX, bajo el gobierno de Juárez y cuenta con un diseño es una muestra del estilo neoclásico; el arquitecto Lorenzo de la Hidalga fue responsable de la remodelación y construcción del portal.
Desde su creación a la fecha, es considerada parte integral del patrimonio cultural de México, ya que simboliza la continuidad histórica y la identidad nacional, además de que se ha convertido en un punto de referencia para visitantes nacionales y extranjeros que buscan entender la evolución del país.