Carlos Loret de Mola publicó, este lunes, una columna de opinión, en la que expone su visión crítica sobre diversas afirmaciones del gobierno actual en México. En sus palabras, hay una disparidad evidente entre las declaraciones oficiales y la realidad palpable.
Loret de Mola destaca con énfasis categórico que, contrario a las proclamaciones del gobierno, el AIFA no es “el mejor aeropuerto del mundo”, y cuestiona la veracidad de ese título. Asimismo, subraya que a pesar de considerarse exitoso, no hay datos independientes que avalen el “relanzamiento de la nueva Mexicana de Aviación”.
Respecto a la Mega Farmacia, el autor señala que no es “la más grande del mundo”, poniendo en duda que haya terminado con el desabasto de medicinas. Según él, “no tenemos un sistema de salud como Dinamarca”, contradiciendo así las aseveraciones oficiales sobre el sector salud.
La construcción del Tren Maya también es abordada en su análisis. Desmiente tajantemente las afirmaciones de que “no afectó la selva”. En cambio, sugiere que la situación es más compleja y perjudicial para el medio ambiente de lo que se menciona.
Loret de Mola también examina el destino de las Islas Marías, afirmando que si bien se han convertido en un desarrollo turístico y cultural, el proyecto está rodeado de controversias y dudas sobre su sostenibilidad y verdadero impacto.
Otro tema recurrente en su columna es el programa Gas Bienestar, que según el gobierno lleva “gas barato a todos los hogares de México”. El periodista cuestiona la eficiencia y alcance real de este proyecto, insinuando que los resultados no corresponden con las promesas iniciales.
La política energética tampoco escapa a su crítica. “La gasolina no aumentó de precio”, dice el gobierno, pero Loret de Mola advierte que la estabilidad de los precios está bajo constante escrutinio. Además, refuta las afirmaciones sobre la ausencia de “apagones” y la operatividad de la refinería de Dos Bocas.
Sobre Pemex, Loret de Mola es contundente: “Rescatamos a Pemex” y “acabamos con el huachicol” podrían ser más propaganda que realidad. Se cuestiona en qué medida estas declaraciones reflejan un verdadero control sobre la petrolera y la erradicación del mercado ilegal de combustible.
La inversión extranjera también es un punto de análisis. Aunque se asegura tener “niveles récord de inversión extranjera”, Loret de Mola invita a mirar con más detenimiento las cifras oficiales y su autenticidad.
En cuanto a la FGR, la afirma como “autónoma e independiente”. No obstante, Loret de Mola plantea serias dudas sobre la independencia de la Fiscalía en relación con el poder ejecutivo, insinuando que las afirmaciones pueden ser más retóricas que prácticas.
Recordando los últimos eventos de alto perfil, el periodista menciona el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa, diciendo que “El Ejército no es responsable”. Ante ello, Loret de Mola sugiere que la narrativa oficial se distancia notablemente de los hechos investigados y que existen diferencias significativas con la “verdad histórica de Peña Nieto”.
La economía también es tocada en su columna, donde Loret de Mola discute el supuesto fin de la corrupción y la ausencia de “nepotismo”. Refuta que “en Segalmex no se desviaron 15 mil millones de pesos, sino tres mil”, implicando que aún hay cifras importantes en juego y eventos que requieren transparencia.
Nombres de alto rango como Bartlett son mencionados; siendo “un patriota” según el gobierno, pero para Loret de Mola, la forma en como se ha manejado su figura parece más opaca y requiere de mayor escrutinio.
El periodista alude también a hechos que involucran la política exterior de México, diciendo que “no hay pleito con Estados Unidos” y que “no nos metemos en asuntos de otros países”, instando así a un contraste realista sobre las relaciones diplomáticas actuales.
La violencia en el país es un tópico reiterado. A pesar de afirmar que “se logró abatir la delincuencia” y que “no hay más homicidios”, Loret de Mola discrepa de estas declaraciones, sugiriendo que los niveles de inseguridad siguen siendo alarmantes y están lejos de estar controlados.
En su columna de opinión, Loret de Mola también aborda la militarización del país, indicando que afirmar “no existe la militarización” no concuerda con la creciente presencia militar en varias esferas de la administración pública.
Para concluir, el periodista reitera que la narrativa oficial es que “el Presidente no es un hombre autoritario” y “no dice mentiras”. No obstante, expone que dichas afirmaciones pueden ser percibidas como contrarias a la realidad observable para muchos ciudadanos.