En México hacer periodismo se ha convertido en una profesión de alto riesgo, pues en los últimos 30 años al menos 157 comunicadores han sido asesinados; de ellos, entre 37 y 46 fueron silenciados durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, advirtieron por separado en junio pasado las organizaciones internacionales Reporteros Sin Fronteras (RSF) y Artículo 19.
“Andrés Manuel López Obrador se acerca al final de su mandato dejando tras de sí un dramático balance, fruto de la normalización de la violencia contra los periodistas. No ha priorizado su protección y ha permitido que prospere una espiral de violencia contra la prensa y un mayor número de ‘zonas de silencio’, erosionando el derecho a la información en el país”, advirtió apenas en junio Artur Romeu, director de la Oficina de Reporteros Sin Fronteras en América Latina.
De ninguna manera se sugiere que AMLO esté detrás de la violencia, pero su discurso en contra de algunos comunicadores o medios también se puede considerar un ataque a la libertad de expresión. Y es que la relación de AMLO con la prensa ha tenido claroscuros desde que inició el sexenio. Su primera conferencia mañanera en Palacio Nacional -la del 3 de diciembre de 2018- lució abarrotada no sólo por periodistas nacionales sino de todas partes del mundo, quienes se dieron cita para presenciar el inicio del tan prometido ‘diálogo circular’ del primer gobierno de izquierda en México.
“Es el inicio de este proceso que estoy encabezando personalmente. Vamos a procurar que puntualmente, a las 7 de la mañana, podamos hablar con ustedes, informales, para que a través de ustedes los mexicanos tengan información de lo que acontece en nuestro país, se va a garantizar el derecho a la información, no vamos a tratar sólo temas de seguridad, vamos a tratar todos los asuntos”, prometió entonces López Obrador.
La Mañanera como ring de pelea
Todos los días, entre las 07:00 y 07:30 horas, AMLO apareció sólo o acompañado por su gabinete y otros invitados para sentar las bases de la agenda del día no sólo en Palacio Nacional, sino también en los estados donde se encontraba de gira.
Sin embargo, el diálogo se tornó tenso en varias ocasiones, principalmente con los reporteros y corresponsales de medios a los que ha tachado como conservadores o golpistas en contra de su administración. Esos que supuestamente se habían visto beneficiados en gobiernos anteriores pero que en el suyo ya no contaban con el famoso ‘chayote’, término que en el gremio se utiliza para referirse a esos pagos a cambio de favores o de guiar la línea editorial, sobornos, pues.
Ejemplos bastan de esos encontronazos que se robaron la atención de quienes veíamos la mañanera todos los días. Jorge Ramos de Univisión fue uno de los personajes poco frecuentes en las conferencias dado que radica en Estados Unidos, sin embargo, sus no más de cinco participaciones en Palacio Nacional terminaron en un intercambio de datos sobre violencia, inseguridad y muertes durante la pandemia de Covid-19 de su parte y la réplica de López Obrador revirando lo dicho por el comunicador mexicano.
Otro nombre es el de la periodista independiente Reyna Haydee Ramírez, quien en varias ocasiones acusó que el equipo del presidente le había negado el acceso al Salón Tesorería tras sus intervenciones principalmente sobre casos de corrupción en su natal Sonora, pero también a nivel nacional. Estas discusiones casi siempre se daban en el marco de los discursos de AMLO donde afirmaba que en su gobierno ya no había corrupción, impunidad, influyentismo, amiguismo y mucho menos nepotismo.
Ya en una de sus últimas intervenciones en las mañaneras, Reyna Ramirez le cuestionó al presidente el hecho de que durante un supuesto evento con periodistas independientes le pidiera a los asistentes que le aplaudieran a la presidenta electa Claudia Sheinbaum, a lo que AMLO irónicamente le dijo que también le dedicaba un aplauso a ella.
Otros casos fueron los debates acalorados con el director de Rompeviento TV, Ernesto Ledesma, quien lo confrontó con datos sobre violencia, desplazamiento forzado y violencia, y que en la última mañanera se despidió del presidente agradeciendo el diálogo y reiterándole que nunca fue su intención ser irrespetuoso en sus intervenciones. También destacan los casos de Dalila Escobar de Proceso, Vanessa Hauc de Telemundo, el fallecido Ricardo Rocha, Jessica Zermeño de Univisión y hasta con Denisse Dresser, quien fue a la conferencia en 2020.
El presidente que ventiló datos personales
La salida a la luz de una serie de reportajes de medios internacionales que presuntamente ventilaban los nexos de Andrés Manuel López Obrador con el crimen organizado fue uno de los episodios más oscuros de su relación con la prensa. Los textos de Anabel Hernández (Deutsche Welle), el dos veces ganador del Pulitzer Tim Golden (ProPublica) y Natalie Kitroeff (New York Times) sugerían que Estados Unidos habría investigado en su momento el supuesto financiamiento de capos de la droga a sus campañas, lo cual desató evidentemente la furia del presidente que desde el inicio de su administración promovió la política de ‘abrazos, no balazos’.
Si bien el presidente no tardó en condenar estas piezas periodísticas y afirmar que se trataba de una afrenta del gobierno estadounidense, los comunicadores defendieron su trabajo. Concretamente, causó preocupación el caso de la corresponsal en México del New York Times, quien antes de sacar a la luz su reportaje le envió una carta al presidente en la que solicitaba su posicionamiento sobre el tema. No hubo respuesta pronta, pero a cambio, el mandatario exhibió el documento íntegro en su conferencia.
Sin embargo, la carta de Natalie Kitroeff contenía su teléfono de contacto, el cual se hizo público en la conferencia, lo que evidentemente es una violación al Artículo 167 de la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados (LFPDPPSO), el cual obliga a gobiernos, autoridades, entidades, órganos y organismos a proteger los datos personas que tienen de las personas.
Esta práctica es considerada violencia digital y se le conoce como ‘doxing’ y fue ampliamente condenada por periodistas, activistas y defensores de derechos humanos. En consecuencia, YouTube bajó esa conferencia de prensa de su plataforma y mandó un aviso al canal de AMLO por difundir datos personales y sensibles. La mañanera después fue editada y el presidente volvió a mostrar la carta pero ya censurada para evitar otro incidente.
Quién es quién en las mentiras
La sección de la mañanera ‘Quién es quién en las mentiras de la semana´ nació en 2021 como una manera de combatir lo que AMLO consideraba noticias falsas hechas con el objetivo de desinformar a los mexicanos y como un mecanismo de golpeteo en contra del gobierno actual, sobre todo por parte de los medios convencionales. Fue presentada cada miércoles por la morenista, antropóloga y excoordinadora web de La Jornada de Oriente, Ana Elizabeth García Vilchis, y en ella se trataba de desmentir lo que ella llamaba ‘bulos’ y mentiras vertidas en los medios de comunicación.
La realidad es que casi ningún diario impreso o digital se salvó de aparecer en la controversial sección, en algunas ocasiones con información que, en efecto sí era falsa, pero muchas otras con datos incluso oficiales o investigaciones propias que no convencían en la Presidencia porque evidenciaban que aún había mucho que hacer, principalmente en materia de inseguridad, salud, economía, bienestar y la respuesta gubernamental en momentos de tensión y crisis.
En la sección semanal de Garcia Vilchis también fueron exhibidos periodistas, columnistas y especialistas reconocidos por sus participaciones en las mesas de opinión de medios televisivos y radiofónicos, quienes poco a poco se volvieron clientes frecuentes de García Vilchis: Ciro Gómez Leyva, Carlos Loret de Mola, Denisse Dresser, Héctor Aguilar Camín, Joaquín López Dóriga, Leo Zuckermann, Javier Alatorre, Chumel Torres, Jorge Ramos, Natalie Kitroeff, Anabel Hernandez o Tim Golden, por mencionar algunos.
En cuanto a empresas de comunicación, se pudieron apreciar en las mañaneras de los miércoles las notas de medios tanto nacionales como internacionales, entre ellos Latinus, El Universal, Reforma, Proceso, El Heraldo de México, Forbes, The New York Times, Washington Post, Grupo Fórmula, Univision, Televisa y TV Azteca, entre muchos otros. Y para rematar, la sección siempre terminaba con un video de Infodemia, una iniciativa de ‘fact checking’ que nació para desmentir información errónea durante la pandemia y que al final terminó quedándose de fijo.
El boom de los youtubers en la 4T
Pero no todo fue malo para la prensa en México durante este sexenio, al menos no para la independiente y alternativa. Conforme avanzaron los meses, hubo personajes que fueron ganando terreno y visibilidad: los llamados periodistas ciudadanos, influencers y youtubers que generan contenido noticioso tanto en la popular plataforma de videos como en otras redes sociales.
Incluso hasta les dedicó el llamado Encuentro Continental de Comunicador@s Independientes “Informar es liberar”, que se llevó a cabo los días 30 y 31 de agosto de 2024 en Palacio Nacional y el cual contó con más de 300 asistentes dedicados, dijo López Obrador, a “combatir el poder de los medios convencionales”.
“Hay mucho potencial, no de los periodistas de antes o en la concepción del periodismo que se hacía antes, sino ya en las redes se puede hacer análisis, se puede estar replicando y contestando mentiras y falsedades y denunciado”, dijo el mandatario un par de días antes del encuentro con youtubers y periodistas independientes. Durante el evento, los comunicadores no dudaron en dejar en claro su afinidad con el morenista y hasta gritaron “Es un honor estar con Obrador”.
En las conferencias matutinas de AMLO también era común ver rostros que no eran comunes en los medios pero sí en la redes sociales y canales de YouTube: Carlos Pozos, mejor conocido como ‘Lord Molécula’; Hans Salazar de Noticiero en Redes; Janet Galindo de La Chispa Transmedia; Vicente Serrano de Sin Censura; Demian Duarte de Sonora Power; y Nacho Rodríguez de El Chapucero; fueron algunos de los comunicadores independientes o youtubers que con frecuencia tenían la oportunidad de intervenir en las conferencias.
Los (pocos) elegidos que obtuvieron una entrevista con AMLO
Antes de llegar a la Presidencia, AMLO ofreció varias entrevistas a esos medios que durante su gobierno acusó de neoliberales, corruptos y conservadores como Univisión, TV Azteca, Milenio, Televisa o Reforma, tanto como líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) como cuando se convirtió en el candidato presidencial de su partido. Sin embargo, una vez que asumió como el primer presidente de izquierda, decidió que todo recaería en su tradicional conferencia mañanera.
Salvo los encuentros fortuitos con la prensa antes o después de sus eventos -los llamados ‘chacaleos’-, o durante sus trayectos, lo cierto es que AMLO no dio entrevistas a ningún medio. No fue sino hasta la recta final de su sexenio que comenzó a aparecer en ciertos espacios seleccionados por él mismo por considerarlos independientes y objetivos.
La primera fue en febrero con la periodista rusa Inna Afinogenova de Canal Red, de España, con quien conversó a lo largo de dos horas sobre su último paquete de reformas presentado el pasado 5 de febrero, sobre la posibilidad de que Claudia Sheinbaum fuera su sucesora luego de las elecciones de junio; algunos detalles sobre su vida en Palacio Nacional y los pendientes que dejaría a la siguiente administración.
La segunda entrevista fue en marzo con la periodista estadunidense Sharyn Alfonsi del programa 60 Minutes de CBS, a quien también recibió en Palacio Nacional. Con ella platicó sobre migración y la relación con el gobierno del país vecino, así como otros temas de amplio interés entre ambas naciones. Tanto este material como el de Canal Red fueron bajados de YouTube debido a que se dieron en periodo de precampaña y se tomaba como propaganda del gobierno que podía influir en el electorado.
Una vez que pasaron las elecciones, AMLO ofreció otra entrevista más a los moneros Rafael Pineda ‘Rapé’, Rafael Barajas ‘El Fisgón’ y José Hernández, quienes conducen el programa El Chamuco TV. Ahí les confesó su felicidad por saber que Claudia Sheinbaum sería su sucesora en la silla presidencial y que, además, ésta le habría propuesto, tener un cargo en su gobierno, aunque él rechazó porque su intención era retirarse de la política y la vida pública cuando acabara su sexenio.
Y finalmente, la cuarta y última entrevista fue en vivo en la conferencia de prensa del 25 de julio, cuando le dio aproximadamente una hora a la periodista e investigadora Nancy Flores de la Revista Contralínea, uno de los medios que con mayor frecuencia estuvieron en las mañaneras. En ese lapso, AMLO habló sobre los avances y retos en materia de acceso a la justicia, impunidad y el combate a la corrupción en su gobierno y los casos que surgieron en seis años.
Siguen las mañaneras, ahora con Sheinbaum
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, confirmó en agosto de este año que durante su mandato seguirán las conferencias mañaneras. Incluso levantó una encuesta para conocer con qué frecuencia debían ser sus encuentros con los medios y a qué hora, al final, decidió que serán a la misma hora que las de AMLO (7:00 am) y en Palacio Nacional, aunque todavía no se sabe si el Salón Tesorería será la sede. Eso lo sabremos el 2 de octubre, cuando se lleve a cabo su primer diálogo circular con los medios, ya como mandataria.