Elementos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desmantelaron una red de cámaras de videovigilancia instaladas por el narco en la frontera entre Sonora y Arizona.
Las cámaras fueron localizadas durante un operativo implementado en diversas colonias del municipio de San Luis Río Colorado para prevenir delitos y combatir a los grupos criminales con operaciones en la región.
En la zona, los agentes federales detectaron 24 dispositivos electrónicos instalados en colonias cerca de la frontera: Altar, México, Federal y Mezquite; estos puntos fueron identificados en labores de inteligencia como una región de “halconeo”.
De acuerdo con las autoridades, los grupos criminales de la región tienen centros de monitoreo y vigilancia ilegal para detectar los movimientos de personas y operativos de seguridad en las plazas controladas por el narcotráfico.
Las cámaras estaban instaladas en postes de luz, alumbrado público, teléfonos y en palmeras, algunas otras se hacían pasar como parte de la vigilancia particular de las casas de las colonias; se procedió a su desinstalación y puesta a disposición del agente del Ministerio Público federal.
Conviene recordar que San Luis Río Colorado es considerado uno de los principales puntos para el trasiego de drogas de México a Estados Unidos; además, Arizona es el segundo estado donde más sustancias ilegales se decomisaron el año pasado, sólo superado por California.
Antecedentes de narcocámaras en la frontera
El antecedente más antiguo del uso de un centro de monitoreo del crimen organizado se registró en 2015, cuando uno de los cárteles con presencia en Tamaulipas (Cártel del Golfo, Cártel del Noreste y Los Zetas) instalaron 39 cámaras para vigilar las acciones de las autoridades en la ciudad de Reynosa.
Algunas de las cámaras fueron localizadas cerca de una base militar, de las instalaciones de un cuartel de la Marina, en las oficinas de la Policía Estatal y frente a la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas.
El antecedente más reciente se documentó en julio pasado, cuando las autoridades desinstalaron varias cámaras que habían sido colocadas por La Línea (brazo armado del Cártel de Juárez) para vigilar los movimientos de sus rivales en la frontera entre los estados de Sonora y Chihuahua.
La Fiscalía de Sonora afirmó que “una cámara se detectó en lo alto de un pino, otra en las instalaciones de una empresa gasera, una más en un tejabán y la cuarta en una pared de un inmueble habitacional. También se encontró una antena receptora y cableado, equipos que fueron desinstalados, asegurados y puestos a disposición de un agente del Ministerio Público”.