La última gala de La Casa de los Famosos México, justo antes de la gran final, se convirtió en una auténtica montaña rusa de emociones, repleta de risas y reencuentros. Desde el inicio, Nicola Porcella, quien ocupó el segundo lugar en la primera temporada del reality, sorprendió a todos con su llegada a la casa.
La producción aprovechó esta aparición para llevar a cabo una divertida broma, con Karime como su principal cómplice. Todo empezó cuando “La matrioshka” fue llamada al confesionario, donde recibió un audífono oculto que le permitió seguir una serie de peculiares instrucciones que Nicola le dictó durante la gala.
La mayor sorpresa ocurrió cuando Karime llevó a Gala al cuarto Tierra, que había sido clausurado previamente por la Jefa. Al abrir la puerta, se encontraron con todos los ex habitantes del equipo Tierra, excepto Adrián Marcelo y El Potro. Lo que empezó como una broma se transformó en una fiesta inesperada, donde los antiguos rivales dejaron atrás sus tensiones y rencores del pasado.
Los ex habitantes y los finalistas disfrutaron de una convivencia como si fueran viejos amigos, en un ambiente festivo y relajado que ayudó a sanar las heridas de semanas anteriores. Al finalizar la velada, los finalistas Karime Pindter, Gala Montes, Arath de la Torre y Mario Bezares reflexionaron sobre lo ocurrido, compartiendo que muchas de las conversaciones estuvieron llenas de perdón.
Algo que destacó durante la conversación de los últimos cuatro integrantes fue cuando Gala expresó que Sian Chiong le pidió disculpas. En ese instante De la Torre mencionó lo mismo, que el actor cubano le pidió perdón “por todo lo que escuche”.
“Me dio gusto verlos, porque fueron parte del proceso y la enseñanza y diario los recordábamos a todos. Le dije a Shanik ‘diario te recordamos’. Por si no qué, si no había la contraparte. Los aviones vuelan con el viento en contra”, dijo Arath.
Por su parte, Mario Bezares también contó como “hizo las paces” con Shanik Berman. “Yo no te odio, Mayito, yo no te odio pa’ ni madr*es”, recordó. Así mismo aprovechó para contar que también compartió un momento ameno con Mariana Echeverría, quien durante su estancia fue de las menos queridas por parte del público y de las más conflictivas.
Después de unos minutos de plática, el actor de “Amigas y Rivales” culminó el segmento con una reflexión sobre lo sano que representó la reunión al decir que fue un “bonito cierre”.
“Fue un bonito cierre como de juego. Para salir todos bien, o sea, todos. Paz, el mensaje es la paz, la conciliación, el juego, todo se quedó aquí y ya, basta. Es un bonito mensaje que también están dando. Traer a todos a congeniar y aparte que nos diera gusto. No hart feelings”.
De esta manera, la gala final previa a la gran conclusión se transformó en una emotiva celebración, donde el reencuentro y la reconciliación establecieron el tono de una velada que preparó el camino para el desenlace definitivo del domingo.