El pasado 26 de septiembre Paul Stanley, hijo del fallecido presentador Paco Stanley, sorprendió a los finalistas de La Casa de los Famosos México 2 al ingresar inesperadamente. El conductor de Hoy entró durante la dinámica de “congelados” para platicar con cada uno brevemente.
No obstante lo que provocó gran revuelo en redes sociales fue el acercamiento especialmente emotivo de Paul con Mario Bezares, quien no pudo contener una expresión de asombro al verlo. De inmediato Paul Stanley se emocionó y con lágrimas en los ojos, se dirigió a Mario con una voz entrecortada para expresar que estaba en paz y que deseaba dejar todo atrás.
“Primero que nada estoy aquí porque yo lo decidí, ha pasado mucho tiempo, ha sido todo muy difícil para todos nosotros. Y yo solo quiero decirte que estoy en paz contigo... y yo ya solté”, aseguró sumamente nervioso.
Tras el reencuentro Paul declaró que ya llevaba un buen tiempo planeando hablar con Bezares y aseguró que decidió entrar a La Casa porque buscaba que ambos estuvieran en paz. Por su parte, Mario Bezares rompió el silencio y compartió su sentir.
“Después de 25 años de todo este suceso desagradable, espantoso. Él estaba muy chiquito, creo que tenía 10, 11 años y ya no lo volví a ver... hasta ayer. Y para mí fue lo mejor que ha pasado, porque yo tenía muchas ganas de platicar con él, de acercarme a él. Desafortunadamente hay reporteros que amarraban navajas, insidiosos, decían cosas que supuestamente yo decía. Le calentaban la cabeza, había problemas, no me quería ver. De repente mi familia igual preocupados por él por todo lo que ha acontecido, de ese maremoto de mala información”.
“Tenía unas ganas de abrazarlo porque es parte de mí, es parte de mi familia, es parte de una gran historia. Que desafortunadamente siguen las insidias, las distorsiones...”, aseguró.
De igual manera Mayito reveló que está enterado de los comentarios que Paul recibe en redes, el hate y las polémicas a su persona, tal y como él lo ha vivido junto con su familia. “Me da mucho gusto que tenga una nena, su esposa, que estén muy bien. Y eso es lo que yo quiero gritarle, decirle, aquí estoy. Eres parte de mi historia, de mi vida, eres parte de todo y te quiero, lo quiero en serio”, comentó.
“Gracias Paul, gracias por tus palabras, por la valentía, por tu honestidad, por mandar ese mensaje de amor, de paz, de soltar. Somos más los buenos, que nos dejen en paz ya. Dejen de estar condenando. Es un parteaguas impresionante que espero volverlo a ver y poder platicar con el y abrazarlo. Tiene que vivir, es una cicatriz que vamos a llevar toda la vida”.
Por otro lado, confesó que cuando lo vio entrar a la sala sintió que las piernas le fallaban. En un inicio creyó que lo había saltado porque habló con todos los habitantes y a él lo había dejado hasta el final. “Fue una grata sorpresa el tenerlo en frente. (...) Es igualito a su papá”, expresó.