Este viernes se cumplen 19 días desde el estallido de la guerra entre Los Chapitos y La Mayiza por el control del Cártel de Sinaloa. De manera oficial, en estos días -con corte del 9 al 26 de septiembre- se tiene el registro de 88 personas asesinadas en la entidad; aunque no todas, la mayoría de las víctimas sí se han relacionado con los enfrentamientos entre grupos criminales y con autoridades.
Se habla ya de una “nueva normalidad” en Sinaloa, una donde la violencia se registra a diario, la cual ha provocado suspensiones de clases, cierre de escuelas, bloqueos carreteros, personas asesinadas todos los días, secuestros, robos y cierre de comercios.
Tan sólo durante el pasado jueves 26 de septiembre la líder de la Cámara Nacional del Comercio (Canaco) en Culiacán, Guadalupe Zavala Yamaguchi, reportó más de 70 robos y asaltos cometidos contra establecimientos de la ciudad.
Farmacias y tiendas con servicio de 24 horas fueron las más afectadas; aunque la mayoría de los delitos se cometieron en la zona sur de Culiacán, la líder empresarial destacó que algunos comercios del centro de la ciudad ya empezaron a cerrar sus establecimientos ante el temor de una mayor violencia.
Cierran comercios por violencia en Culiacán
En un reporte elaborado por Óscar Sánchez Beltrán, presidente de la Unión de Comerciantes de Culiacán, y presentado durante una reunión intercamaral, se reportaron los cierres de más de 30 negocios desde que comenzó el conflicto entre grupos criminales de Sinaloa.
El líder de los comerciantes destacó que no todos los negocios cerraron por los hechos violentos registrados en Culiacán: algunos -dijo- ya estaban por cerrar debido a problemas económicos; otros decidieron hacer una pausa en espera de que las condiciones de seguridad mejoren.
Otro sector afectado por la violencia en Sinaloa es el turismo, señaló el empresario José Manuel Rivas, quien destacó que la “nueva normalidad” que se vive entre los habitantes de Sinaloa (ciudadanos, trabajadores, empresarios y turistas) obliga al sector empresarial a adaptarse para evitar riesgos futuros.
“Hay un toque de queda autoimpuesto por la misma sociedad donde después de las siete de la noche (ya oscuro) todo el mundo está en sus casas porque no quieren estar expuestos. La idea es ajustarse para que los riesgos de que algo suceda sean mínimos”.
Cierres y bloqueos
Los empresarios coincidieron en que la percepción de inseguridad de los habitantes de Culiacán es alta, algo que está golpeando a restaurantes, centros nocturnos, hoteles y pequeños comercios: “No sabemos si es temporal o se va a volver definitivo”.
Agregaron que la situación puede convertirse en algo similar a lo ocurrido durante la pandemia de Covid-19, cuando las autoridades les indicaron en un principio que podría tratarse de semanas, luego pasaron a meses y, al final, los negocios cerraron por más de dos años.
La “nueva normalidad” también golpeó la tarde del jueves a los automovilistas que pretendían viajar de Durango a Mazatlán desde la mañana se encontraron con narcobloqueos y quema de vehículos a la altura del túnel El Sinaloense.
Aunque algunas líneas de autobuses cancelaron sus corridas, se reportó el rescate de 165 turistas que fueron bajados por hombres armados de dos camiones de pasajeros y abandonados sobre la carretera.