El presidente López Obrador ha insistido repetidamente que sus hijos no tienen ninguna injerencia en los asuntos del Gobierno. Sin embargo, el pasado 5 de julio de 2024, el mandatario cambió esta narrativa durante su conferencia matutina. Carlos Loret de Mola, en su columna de opinión de este viernes, destaca cómo el hijo del presidente, Gonzalo López Beltrán, conocido como Bobby, sí ha tenido un rol significativo en proyectos gubernamentales. “Resulta que sus hijos sí tenían que ver en el Gobierno”, escribió Loret de Mola.
En su texto, Loret de Mola menciona que durante el sexenio de López Obrador, se acumularon evidencias de que sus hijos estaban involucrados en actividades gubernamentales, contraviniendo las repetidas afirmaciones del mandatario. “Mis hijos no tienen nada que ver en el Gobierno”, ha sido una respuesta común del presidente ante estas acusaciones, señala el columnista.
El pasado 5 de julio, López Obrador reconoció públicamente que su hijo Gonzalo López Beltrán ha estado colaborando en el proyecto del Corredor Interoceánico de manera honórifica, es decir, sin recibir remuneración. “Bobby es una especie de representante personal del Presidente que le ayudaba a ver el avance de las obras”, explicó López Obrador. Este proyecto tiene un presupuesto superior a los 17 mil millones de pesos (aproximadamente 893 millones de dólares) para este 2024.
Las declaraciones del presidente han suscitado controversia debido a la aparición de grabaciones telefónicas difundidas por Latinus, en las que un cercano amigo de Gonzalo López Beltrán, Amílcar Olán, describe cómo Bobby le habría facilitado contratos gubernamentales. “Bobby es el que me metió en este desmadre”, se escucha decir a Olán en una de las grabaciones. Olán afirma que su ascenso de empresario local a contratista nacional multimillonario se debe a su relación con Bobby. “Amílcar confiesa cómo se mueve como pez en el agua con funcionarios y hasta mandos del Ejército y la Marina”, escribe Loret de Mola.
Loret de Mola detalla en su artículo cómo las influencias de Gonzalo López Beltrán se extienden más allá del Corredor Interoceánico. Olán describe cómo Bobby le introdujo en el negocio del Tren Maya, otro ambicioso proyecto del gobierno. “Bobby me dijo: tu produce 500 mil metros cúbicos y yo te voy a decir a dónde se van a mandar”, comenta Olán en referencia a la entrega del balasto utilizado en la obra. Según las grabaciones, Olán incluso bromea con la posibilidad de que la baja calidad de la piedra suministrada podría provocar descarrilamientos en el tren.
Carlos Loret de Mola expone también cómo Olán narra la forma en que sobornó a mandos militares, lo cual facilitó la colocación de materiales de menor calidad en los proyectos. Estas acusaciones refuerzan las sospechas de tráfico de influencias y corrupción dentro del círculo cercano del presidente. “Bobby lo metió en el negocio del Tren Maya, y fueron miles de millones de pesos de contratos para el almacenamiento, los fletes y la entrega del balasto”, subraya el periodista.
La narrativa cambiada y las grabaciones presentadas aportan una perspectiva crucial sobre el rol de los hijos del presidente en funciones gubernamentales. Las afirmaciones de López Obrador y las evidencias recopiladas ponen en tela de juicio la separación entre sus asuntos familiares y las responsabilidades oficiales. En resumen, “la red de corrupción... ¡es que esa madre es lo de nosotros!”, concluye una de las conversaciones de Amílcar Olán destacadas por Loret de Mola.