Este 26 de septiembre se cumplen 10 años de lo ocurrido en Iguala, Guerrero, donde 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, de Ayotzinapa, fueron desaparecidos. A una década de lo sucedido, el paradero de los normalistas sigue sin ser esclarecido.
Los hechos ocurrieron cuando el grupo de estudiantes decidieron “tomar” unos autobuses para dirigirse a la Ciudad de México (CDMX), con motivo de la conmemoración de la represión estudiantil del 2 de octubre de 1968.
De acuerdo con los informes de la Comisión Para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, los estudiantes intentaron tomar unos autobuses en Chilpancingo, pero elementos de la Policía Municipal se los impidieron. Esto habría llamado la atención de un grupo criminal llamado “Guerreros Unidos”, el cual utilizaba camiones para transportar droga a Estados Unidos (EEUU), principalmente a Chicago.
“Integrantes de ‘Guerreros Unidos’ dieron órdenes para que estuvieran alertas de lo que estaba sucediendo. En diversas declaraciones y testimonios, entre las 20:00 horas y las 20:30 horas del 26 de septiembre, se dio a la orden de agruparse y alistarse para apoyar a Iguala porque se tenía la creencia de que dentro del grupo de estudiantes venían infiltrados gente de ‘Los Rojos’”, se lee en un el segundo informe de la Comisión.
Como parte de estas acciones, integrantes de Guerreros Unidos instalaron dos retenes para detener a los estudiantes, bajo el supuesto de que entre ellos había miembros de Los Rojos. Uno de los retenes se instaló en la carretera Iguala-Teloloapan, en las inmediaciones de la colonia Loma de los Coyotes (donde también estuvieron presentes elementos municipales).
El otro retén se realizó en la carretera Iguala-Chilpancingo, a la altura del cruce de Santa Teresa, donde había sicarios de Guerreros Unidos. Los estudiantes viajaban en los autobuses 2012, 2510, 1568, 5131 y 3278. Las primeras tres unidades fueron detenidas y atacadas a balazos por policías municipales.
Según esta versión, miembros de Guerreros Unidos habría participado en la desaparición de los 43 normalistas con apoyo de elementos militares, ya que supuestamente los autobuses que habían tomado los estudiantes transportaban heroína.
El grupo de Guerreros Unidos fue fundado por Cleotilde Toribio Rentería, alias ‘El Tilde’, quien fue capturado en julio de 2012. Tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, sus principales líderes han sido detenidos o ha muerto.
Tal es el caso de Benjamín Mondragón Pereda, ‘El Benjamón’, identificado como uno de sus principales cabecillas. Este sujeto murió tras un enfrentamiento en Juitepec, Morelos, en octubre de 2014. Algunas versiones señalan que el operador criminal atentó contra su vida al verse rodeado por las autoridades.
Gildardo López Astudillo, ‘El Gil’, fue recapturado el 5 de septiembre del año en curso. Este individuo había colaborado con la Fiscalía General de la República (FGR) en calidad de testigo protegido desde 2019. No obstante, sobre él pesaba una orden de aprehensión por delincuencia organizada y delitos contra la salud.
Otro líder de Guerreros Unidos que fue recapturado en el presente mes es Felipe Rodríguez Salgado, ‘El Cepillo’. Su aprehensión se realizó el 20 de septiembre. Junto a ‘El Gil’, fue señalado de la desaparición de los 43 normalistas.
También destaca la detención de Pablo Vega Cuevas, ‘El Transformer’. Aunque este sujeto no participó directamente en los hechos del 26 de septiembre, se encarga del tráfico de heroína a EEUU. SU detención se realizó en diciembre de 2014 y posteriormente fue extraditado al país vecino.
En noviembre de 2023 se realizó una audiencia pública en Illinois en la que se determinó que ‘El Transformer’ podía llevar su caso fuera de prisión, según informó la periodista Laura Sánchez Ley.
A ellos se suma José Ángel Casarrubias Salgado, ‘El Mochomo’, líder de Guerreros Unidos que también participó en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Aunque en febrero de ese año trascendió su liberación, la FGR confirmó que se encuentra recluido en el penal de ‘El Altiplano’.
Ante la detención de algunos operadores de alto rango de Guerreros Unidos, se presume que esta organización criminal perdió margen de operación en los estados de Guerrero y Morelos, donde tenía una mayor presencia.
En marzo de 2021, la Administración de Control de Drogas (DEA) informó que una fracción de Guerreros Unidos supuestamente se había aliado a otra organización criminal: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).