Gonzalo “Bobby” López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, se encuentra nuevamente en el ojo del huracán tras revelaciones sobre su involucramiento en el proyecto del Tren Transísmico en donde habría repetido el mismo esquema de amiguismo que en el Tren Maya.
De acuerdo con un reportaje realizado por Diana Igareda, Julio Astorga y Montserrat Peralta, y presentado por el periodista Carlos Loret de Mola en Latinus, Bobby no sólo supervisó las empresas involucradas, sino que también facilitó negocios a sus amigos, incluyendo la explotación de minas y la venta de balasto, con el aval de su padre.
En una conferencia matutina, el presidente López Obrador confirmó que su hijo había ayudado en el proyecto del corredor interoceánico de manera honorífica y sin cobrar. Sin embargo, Latinus reveló audios en los que Amílcar Olán, amigo cercano de Bobby, describe cómo este último organizó y distribuyó negocios relacionados con el proyecto, incluyendo la explotación de bancos de materiales y la rehabilitación de vías.
El proyecto del corredor interoceánico, que busca conectar el Golfo de México con el océano Pacífico, ha sido uno de los proyectos prioritarios del gobierno de López Obrador. En este contexto, Bobby López Beltrán ha tenido una influencia significativa, según los audios obtenidos por el medio antes citado.
Amílcar Olán, quien se ha beneficiado económicamente durante este sexenio, asegura que recibió instrucciones directas de Bobby para manejar los negocios en el transísmico. En los audios filtrados, menciona que el esquema de negocios implementado en el transísmico es similar al utilizado en el Tren Maya, otro proyecto emblemático del gobierno.
Este esquema incluye el control total de la producción, transporte y venta de balasto, así como la explotación de minas. Amílcar también revela que sus empresas y prestanombres se han convertido en la trituradora de piedra más grande de México gracias al apoyo del hijo de AMLO.
El 22 de diciembre del año pasado, Bobby López Beltrán acompañó a su padre en la inauguración de la línea Z del tren, donde saludó a altos mandos de la Secretaría de Marina (Semar) y a empresarios involucrados en el proyecto.
En una conversación grabada, Amílcar Olán menciona que Bobby fue quien lo introdujo en estos negocios y que supervisaría todo lo relacionado con las vías del tren, además de que gracias a él se reunió con el capitán de navío Alan Tarsicio Cruz Saba, director general del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, uno de los funcionarios más cercanos al proyecto del Corredor Interocéanico que también facilitó continuar con sus negocios.
No es la primera vez
Esta no es la primera vez que los hijos del presidente Andrés Manuel López Obrador están involucrados en un escándalo. Además, este mismo esquema se habría repetido antes en la construcción del Tren Maya.
En ese entonces Gonzalo López Beltrán también fue señalado por su presunta participación en una red de negocios y tráfico de influencias relacionada con la construcción del Tren Maya de la mano de su amigo cercano Amílcar Olán, quien se convirtió en el principal proveedor de balasto para el proyecto, obteniendo contratos millonarios.
“Bobby”, quien ha mantenido un perfil bajo en comparación con sus hermanos Andy y José Ramón López Beltrán, construyó su negocio sin llamar la atención al actuar como intermediario en los negocios del Tren Maya, desempeñando el papel de “coyote”.
Gonzalo habría distribuido contratos y decidido los detalles de las operaciones, colocando a su amigo Amílcar Olán en una posición privilegiada. Olán, un joven tabasqueño, fue rápidamente convertido en empresario y millonario gracias a los contratos asignados.
En ese entonces, Latinus publicó conversaciones en las que se detallan las negociaciones y acuerdos que permitieron a Olán convertirse en el principal proveedor de balasto.