Esta es la panadería más antigua de la CDMX

Dentro de la Ciudad de México se encuentran grandes e imponentes edificios que reflejan la historia de la capital del país; sin embargo, más allá de sus construcciones, existe un elemento igual de importante para los habitantes del lugar, y es el pan de dulce.

En varios de los rincones de la capital del país se ofrece una amplia variedad de pan dulce que deleita a locales y turistas por igual. Pese a que existen varios lugares donde se ofertan todo tipo de bizcochos y pasteles, existe una panadería que es conocida por su gran historia.

Ubicada en Tacuba 73, esquina con Palma en el Centro Histórico de la Ciudad de México, La Vasconia es considerada la panadería más antigua de la Ciudad de México. Desde que abrió sus puertas en 1870, ha deleitado con una amplia variedad de productos como conchas, orejas, cuernitos y pasteles de diversos sabores

Con 154 años de historia, se ha mantenido como un referente en la elaboración de panes y pasteles tradicionales; además, es conocida por su dedicación a la calidad y por utilizar recetas que han pasado de generación en generación, conservando así el auténtico sabor de la panadería mexicana.

Pese a que actualmente también es lonchería y rosticería, cuando fue fundada por Marcelino Zugarramurdi solo era un pequeño negocio que ofrecía entre 10 y 30 panes diarios, entre los que resaltaban los salados y blancos. Sin embargo, cabe resaltar que la llegada de los migrantes españoles de Navarra, Baztán y el País Vasco marcó un parteaguas en la panadería mexicana.

Respecto a Zugarramurdi, panadero de origen vasco, es importante mencionar que introdujo técnicas y recetas de panadería europea, las cuales fueron adaptadas a los gustos e ingredientes locales. Su contribución fue significativa en la evolución del pan dulce en México, pues hizo de La Vasconia una de las panaderías más emblemáticas y tradicionales del país.

La popularidad del negocio del empresario vasco ocasionó que en los siguientes 10 años se consolidaran más de setenta panaderías y pastelerías en la capital del país, convirtiendo así al pan de dulce en una parte integral de la gastronomía mexicana.

Posteriormente, a lo largo del siglo XX, el pan dulce se diversificó y se consolidó en la dieta de los mexicanos; tanto, que los panaderos crearon nuevas variedades adaptando recetas europeas y utilizando ingredientes locales. Durante dicho proceso, se dio lugar a una amplia gama de panes dulces, como: conchas, orejas, cuernitos, polvorones, y muchos más.

El crecimiento de panaderías tradicionales en las ciudades y pueblos mexicanos ayudó a mantener y distribuir diferentes recetas a lo largo y a lo ancho del país. Además de La Vasconia, lugares como La Ideal y El Globo también son testigos de la evolución y popularización de dicho producto.

Actualmente, el pan dulce es un elemento esencial en las comidas y celebraciones mexicanas. Se disfruta comúnmente con café o chocolate, especialmente durante el desayuno y la merienda. Cada región de México tiene sus propias variaciones y especialidades, lo que refleja la riqueza y diversidad cultural del país.

• Conchas: uno de los panes más emblemáticos, reconocido por su cubierta azucarada que puede ser de diversos sabores como vainilla, chocolate y fresa.
• Orejas: hojaldres crujientes en forma de orejas, con una capa de azúcar caramelizada.
• Cuernitos: similar a los croissants franceses pero con un toque mexicano, suelen estar cubiertos de azúcar.
• Garibaldis: pequeños pasteles cubiertos de gelatina de chabacano y decorados con azúcar.
• Polvorones: galletas espolvoreadas con azúcar, disponibles en diversos colores y sabores.