María Asunción Aramburuzabala, mejor conocida como Mariasún entre sus familiares y amigos, quien es considerada la mujer más rica de México con una fortuna calculada en más de USD 6 mil millones, tiene una manera muy peculiar de ver el fracaso.
Así lo dio a conocer en una entrevista con el inversionista y conferencista Oswaldo Oso Trava. Ahí, la empresaria dijo que ella consideraba que, en la actualidad, la palabra fracaso está estigmatizada.
“Lo que siempre te dicen es: tú sé positivo, arriba y adelante, siempre, sigue para adelante, mira para adelante, no mires para atrás, pero eso no es verdad, porque el fracaso es un instrumento sumamente poderoso en la vida de una persona, porque son las veces que te tropiezas donde aprendes las grandes lecciones de vida”, señaló la empresaria.
Dijo que es desde el fracaso desde donde las personas crecen, donde aprenden a ser mejores y y donde se llevan grandes lecciones.
“Yo creo que el fracaso hay que tratarlo como a un muerto, imagínate que asesinan a alguien en la calle, ¿Qué es lo primero que haces? Limpiar el mugrero. Entonces, pues ya fracasaste, y va a haber un spillover de cosas que salieron mal y que pues hay que ver cómo recoges eso. Entonces, lo primero es poner orden en la casa”, explica.
Dice que lo segundo que se hace cuando alguien muere es, agarrar el cuerpo y practicarle una autopsia, pero una “autopsia seria”, pues señala que ha visto personas que cuando fracasan comienzan a aventarle la culpa a otros factores, como la economía.
“Es importante poner al muertito y decir, a ver, cuál es el diagnóstico de esto, nosotros hacemos eso, no solo con las cosas con las que nos hemos equivocado, lo hacemos cuando oímos que hay un caso en donde hubo algún tema en específico, lo investigamos y tratamos de sacar qué fue lo que pasó, a entender qué fue lo que pasó, para no ir y caer nosotros en eso mismo, y una vez que haces esa autopsia, y de verdad haces tu lista de todos los temas, agarras tu tombstone y escribes las lecciones aprendidas, pero las escribes en piedra, para que no se te vayan a olvidar”, señala.
Expone que, con esto, la próxima vez que hagas algo serás una persona más inteligente, que ya se tropezó y ya aprendió. Menciona que los seres humanos nos preocupamos en registrar la historia porque de ella se aprende.
“Y el que diga que nunca ha fracasado, ja, es parte de nuestra condición humana”.
Dice que una vez hecho lo anterior, te darás cuenta que ese fracaso es una pequeña parte de tu historia, no es tu historia como tal y no eres tú, sino un acto del que se aprendió. Pone como ejemplo a las personas que han invertido en las cosas más “increíbles” del mundo, pues ellos han fracasado muchas veces, sin embargo, aprenden y triunfan.