“¡Culpable!”. Este fue el veredicto del jurado en contra de Rubén Oseguera González, a quien sus hombres y aliados en el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) conocían como “El Menchito”, un apodo que heredó -así como su poder criminal- de su padre Nemesio Oseguera Cervantes (El Mencho”). Su caso se asemeja al de otro “príncipe”, Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo”: hijo del Mayo Zambada, “traidor” y testigo protegido de Estados Unidos después de ser el heredero al trono del -hoy en llamas- Cártel de Sinaloa.
Con apenas 15 años de edad, El Menchito ya caminaba junto a su padre para supervisar las actividades del entonces naciente CJNG. Según la investigación en su contra, era el encargado de la seguridad de los cargamentos de cocaína y metanfetamina que enviaban a Estados Unidos; de carácter bélico -como Los Mata Zetas, primer nombre del CJNG-, empuñaba rifles de asalto grabados con las cuatro letras que hoy ejercen violencia en 21 estados del país (según datos de la DEA) y con las claves 02 y JR: el segundo al mando y el Junior.
El Junior nació y creció en medio de una estructura criminal, seguir los pasos de su padre sería -y así lo fue- lo lógico: dedicarse al tráfico de drogas y dirigir, en el momento indicado, el segundo cártel más poderoso de México. Las similitudes con “El Vicentillo” son evidentes, todos los respetaban, los obedecían y en algunos años los llamarían jefes... pero la cárcel los alcanzó.
Los herederos en prisión
Vicente Zambada Niebla fue detenido en 2009 y extraditado un año después a Estados Unidos. En la investigación de la periodista Anabel Hernández plasmada en su libro ‘El Traidor’, reveló que el heredero del Cártel de Sinaloa negoció con las autoridades de Estados Unidos para entregarse a cambio de dar información que ayudara a la captura de otros capos; su padre y El Chapo Guzmán estaban enterados, lo que no sabían en ese momento es que “El Vicentillo” testificaría en el juicio que culminaría en la condena a cadena perpetua de “su compadre Chapo”.
Fueron 15 años (aunque sólo cumplió 12) a los que sentenciaron al hijo del Mayo Zambada. El juez Rubén Castillo reconoció su colaboración con la justicia de Estados Unidos en el combate al narcotráfico:
“Entiendo que la forma en que llegó a hacerlo (narcotraficante) se dio en las circunstancias de la familia en la que nació. No es que de pronto haya decidido que quería unirse a esta organización. En efecto, nació en la organización que ya existía”: El Traidor, Anabel Hernández.
La sentencia contra “El Menchito” podría llegar a inicios de 2025. Según información del Departamento de Justicia de Estados Unidos, “enfrenta una pena mínima obligatoria de 40 años de prisión y una pena máxima legal de cadena perpetua más 30 años de prisión”. Hasta el momento, el heredero del CJNG no quiso negociar con los fiscales estadounidenses, aunque eso podría cambiar.
Reinos sin príncipes
Los testigos que se presentaron en su juicio afirmaron que El Menchito era el segundo al mando del CJNG y que ordenó el derribe de un helicóptero del Ejército Mexicano, considerada una de las mayores afrentas a la Fuerzas Armadas ocurrida el 1 de mayo de 2015 en el municipio de Villa Purificación; 52 días después se anunció -con bombo y platillos- la captura del “príncipe” de Jalisco.
Para el exagente de la DEA Mike Vigil, con quien Infobae México conversó, es probable que la jueza Beryl Howell no atienda la recomendación de los fiscales y se decante por una condena de entre 15 y 20 años para El Menchito, muy similar a la que recibió “El Vicentillo”; además -recalca- es probable que sea después de conocer cuánto tiempo pasará en prisión cuando comience a cooperar para reducir su sentencia y, quizá, llegar a convertirse en testigo protegido, al puro estilo del “príncipe” del Cártel de Sinaloa.
“Al Vicentillo y Menchito los padres los colocaron en este negocio de narcotráfico, a los dos los estaban preparando para tomar el control de los cárteles. El Menchito iba a tomar el control de Jalisco; un joven de 15 años no le iba a decir a su madre (EL Mencho) no, no voy a hacer eso”: Mike Vigil.
Aunque la historia de los herederos del Cártel de Sinaloa y CJNG siguió el mismo camino, aún falta tiempo para saber si terminarán igual; mientras tanto, otros dos “príncipes del narcotráfico” y que nacieron en una cuna criminal se alistan -todo parece indicar- para ‘cantar’ y obtener los beneficios que implica dar información al Gobierno de Estados Unidos. La sentencia del Menchito será clave para imaginar los años que pasarán tras las rejas Los Chapitos: Ovidio y Joaquín Guzmán López.