Desde hace varias semanas, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y las autoridades de Protección Civil han alertado sobre lluvias fuertes en el Valle de México, que son comunes en la temporada de verano; sin embargo, este año se han percibido con una mayor intensidad y frecuencia que en años anteriores, lo cual no sería una equivocación.
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el 1 de septiembre pasado, la Conagua alertó sobre un canal de baja presión sobre el norte y centro de la República mexicana, y el ingreso de aire húmedo de ambos litorales, que en combinación con inestabilidad en niveles medios y altos de la atmósfera, propiciarán lluvias intensas en 18 estados, entre ellos la capital del país y el Estado de México.
Desde entonces se han ido sumando los anuncios diarios sobre fuertes precipitaciones, incluyendo los días 7, 9, 13 y 14 de septiembre, cuando se pronosticaron aguaceros “torrenciales”, en los que se registró la caída de 150 a 250 mm de agua a lo largo de 24 horas.
En ese mismo periodo, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México emitió cinco alertas amarillas (la clasificación más baja en su Semáforo de Alerta), dos naranjas y dos púrpuras (considerada la más alta); incluyendo los días 13 y 16 de septiembre, cuyas alertas iniciaron en amarillo y fueron actualizadas a lo largo del día hasta alcanzar el color púrpura.
La intensidad de las lluvias ha ocasionado inundaciones, caída de granizo, deslaves y hasta la posible caída de muros o árboles en diversas zonas de la capital.
¿Por qué hay lluvias más intensas en CDMX?
A decir de David K. Adams, investigador del Departamento de Ciencias Atmosféricas del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC), afirmó que la actual temporada de lluvias “sí es distinta”; sin embargo, explicó que para definir si una temporada de lluvias es atípica, se necesita comparar muchas décadas de datos con el presente.
En una publicación de la UNAM, destacó que para esto también se debe tomar en cuenta que “este año en particular tardó un poco más para comenzar a llover con más frecuencia”, pero lo interesante o diferente es la continuidad, particularmente del lado sur de Ciudad de México. Específicamente en esta región ha llovido casi todos los días.
“En general, y esto no solamente se trata de la lluvia (también de vientos y temperatura, entre otros factores), se forma lo que llamamos una climatología que, por lo regular, considera muchas décadas de datos, puesto que así podemos comparar. El clima cambia con el tiempo y hay mucha variabilidad; lo llamamos interanual: cada año es un poquito diferente del anterior.
“Entonces, contamos con muchas décadas de datos; con ellos podemos comparar lo que está pasando en 2024 con 70 años de información y decir que ‘esto en verdad es diferente’. Si nada más tenemos tres años es muy difícil decir: ‘no, éste es muy distinto’, porque realmente no existe un promedio confiable”, puntualizó.
El doctor en Ciencias Atmosféricas por la Universidad de Arizona recalcó que ocurre “un día tras otro, tras otro”, además de que está lloviendo por la tarde y generalmente llueve dos semanas, 10 días, y luego se detiene unos días y comienza de nuevo.
“Esto será lo normal de la climatología de precipitación aquí. En este sentido, sí, este año es un tanto distinto”, reiteró el especialista.
También apuntó que a pesar del inicio tardío de la temporada, es posible que con la intensidad de las precipitaciones recientes, el promedio total de la cantidad de lluvia sea similar al de otros años. “Un evento muy fuerte en un día puede ser la misma cantidad que 15 muy débiles”.
¿Cuánto durarán las lluvias?
Actualmente, según David K. Adams, el país está pasando por “lo que se llama condiciones de El Niño, La Niña neutrales. Había un Niño y ya vamos en la dirección de La Niña, la cual puede afectar regionalmente o hasta en todo el país, donde llueve con más frecuencia y más intensidad”.
Lo que vemos ahora con los datos, prosiguió, es que “la temperatura del Golfo de México y cerca del Caribe es un poco más alta de la que suele haber en esta época de finales de agosto, comienzos de septiembre. Y, en general, cuando se encuentra por arriba, el agua está más caliente. Esto puede incrementar el vapor de agua de la atmósfera, lo que, al mismo tiempo, aumenta la cantidad de precipitación. La dirección e intensidad de los vientos se han mantenido casi iguales todos los días. Seguimos con el transporte del vapor de agua en la dirección que viene del Golfo de México y del Caribe”.
Para Adams “eso es lo que básicamente está impactando” hoy en día al Valle de México. “Cuando se presenta El Niño suele haber lluvias más fuertes en las partes noroeste y norte de México y un poquito menos en la central. En La Niña es común que haya –jamás es 100 %– un poco más en la región central sur. Hablando de climatología o generalidades, la configuración de la circulación atmosférica ayuda a que haya este tipo de lluvias todos los días”, añadió. “Por lo que veo, parece que en las próximas semanas seguirán las lluvias. Tal vez no tan intensamente o no con tanta frecuencia, pueden cambiar un poco, pero parece que sí continuará más o menos el mismo patrón. Siempre resulta difícil decir: ‘aquí va a llover mañana’”, finalizó.