Previo a la penúltima fiesta de La Casa de los Famosos México, la primera finalista de la competencia recibió una visita inesperada. Karime Pindter se convirtió en la primera habitante en asegurar su pase a la final en la casa más famosa de México. Durante este día, Karime recibió una sorpresa por parte de la producción del programa.
Desde hace unas semanas, los participantes de La Casa de los Famosos México han recibido muchos “regalos” por parte de la producción del proyecto de Televisa. Uno de los primeros en vivir este tipo de sorpresas fue el actor Arath de la Torre que vivió la llegada de su hija menor al programa. La visita de la hija del comediante fue muy conmovedora y fue el inicio de una serie de visitas del exterior a la casa.
Posteriormente, el comediante Mario Bezares tuvo que felicitar a su esposa Brenda Bezares, por su aniversario, a través de las cámaras del programa. Sin embargo, la producción tenía planes diferentes para esta celebración e ingresaron a Brenda para brindarles una cena y tenerlos juntos durante ese día tan especial.
El siguiente turno de las sorpresas fue para Karime Pindter que pudo reencontrarse con una de las personas más importantes de su vida. Durante la Gala previa a la fiesta del sábado 21 de septiembre, los conductores del programa confirmaron que los espectadores vivirán justo a Pindter un momento muy especial. Isabel Heredia, mamá de la habitante, ingresó a La Casa de los Famosos México.
Así fue el encuentro de Karime Pindter con su madre
Isabel Heredia, mamá de Karime Pindter tocó el timbre de la Casa de los Famosos México para anunciar su llegada. La primera finalista del programa salió al patio para recibir de manera inesperada a su mamá que llegó con el famoso cirio blanco.
Después de un gran abrazo entre madre e hija, Karime procedió a presentarle a cada uno de sus compañeros dentro de la casa más famosa de México. Isabel Heredia no ingresó sola, ya que le llevó dos regalos a su hija; el primero fue una almohada de Norris (gato de Karime) y un poco de comida para ella y sus compañeros.
Madre e hija recorrieron la casa, mientras que el resto de los habitantes permaneció en el patio. Isabel no fue la única sorpresa, ya que después de más de 50 días encerrados, por fin les regalaron carne al pastor para hacer unos tacos.