No hay vuelta atrás: INE formaliza pérdida de registro del PRD como partido político nacional

El Instituto Nacional Electoral (INE) confirmó que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) perdió su registro como partido político nacional, al no alcanzar el 3% de la votación válida en las pasadas elecciones federales.

A partir del 20 de septiembre el partido del Sol Azteca pierde todos los derechos y prerrogativas, con excepción de aquellas que son públicas correspondientes al ejercicio fiscal 2024. Además, deberá cumplir las obligaciones que en materia de fiscalización establecen la normatividad y legislación vigentes, hasta la conclusión de los procedimientos respectivos y de liquidación de su patrimonio.

Por otra parte, el INE anunció que el PRD podrá optar por mantener su registro como partido político local, una vez que sean modificadas las pautas del periodo ordinario correspondientes al segundo semestre de 2024.

Ante la situación, los consejeros del INE reconocieron los aportes del partido político. En el caso de la presidenta, Guadalupe Taddei Zavala, subrayó el rol que tuvo en la consolidación del órgano electoral que preside.

“No podemos dejar de observar los aportes constitucionales del Partido de la Revolución Democrática, que permitieron llegar a acuerdos sustanciales para que este Instituto en principio naciera y después se consolidara”, comentó este 19 de septiembre.

Zavala agregó que la extinción del PRD significa el cierre de un ciclo memorable. Asimismo, señaló estar segura de que nuevas fuerzas políticas surgirán de entre las filas de lo que fue el Sol Azteca.

“Estaremos aquí listos para recibir cualquier fuerza política que nazca. Esa es la virtud de nuestro sistema de partidos”, mencionó.

Bajo el mismo tenor se expresó el consejero Jaime Rivera, quien lamentó la desaparición del PRD, aunque no sin antes señalar que el partido político cometió equivocaciones de gravedad.

“El PRD tuvo, como cualquier creación humana, virtudes y defectos. Y como en la vida, cometió graves errores, pero no hay duda de que fue uno de los constructores determinantes de la democracia de México y, en particular, un protagonista de la transición democrática de México. Hoy el Partido de la Revolución Democrática está en vías de extinción, por lo menos desde el punto de vista legal, y lo es conforme a las normas vigentes, lo lamento”, declaró.

A su vez, el consejero Arturo Castillo reconoció que el hoy extinto partido político fue un importante contrapeso. No obstante, reconoció que los tiempos cambian y con ello la configuración del mapa político.

“El PRD fue, durante más de 30 años, un contrapeso y un polo de diálogo con y desde el poder, y desde este diálogo surgieron muchísimos de los pilares que el día de hoy forman nuestra política y nuestra democracia. Los tiempos cambian y con ellos también los equilibrios políticos”, indicó.

El PRD surgió el 5 de mayo de 1989. Su origen se remonta a una coalición de partidos de izquierda y movimientos disidentes del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

La figura más destacada en su formación fue Cuauhtémoc Cárdenas. En 1988, tras una controvertida elección presidencial en la que Cárdenas participó como candidato del Frente Democrático Nacional (FDN), y ante las acusaciones de fraude electoral, se consolidó la idea de crear una nueva fuerza política.

El PRD se formó con la unión de diferentes agrupaciones políticas y sociales, incluyendo al Partido Mexicano Socialista (PMS), el Partido Socialista Unificado de México (PSUM) y diversos grupos de izquierda. Desde sus inicios, se planteó como una alternativa democrática y progresista frente al dominio hegemónico del PRI.

En las décadas de 1990 y 2000, el PRD logró importantes avances electorales. En 1997, Cuauhtémoc Cárdenas ganó la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, marcando un hito al ser la primera elección democrática para este cargo. Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la Ciudad de México (2000-2005), el PRD consolidó su influencia en la capital.

Sin embargo, el partido enfrentó divisiones internas y una disminución de su base electoral en los años siguientes. La ruptura más significativa ocurrió en 2014 con la salida de López Obrador, quien fundó el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Desde entonces, el PRD luchó por mantener su relevancia en el escenario político mexicano, enfrentando desafíos en términos de identidad y cohesión interna.