La mañana del 19 de septiembre, autoridades del estado de Morelos confirmaron la localización de 11 personas asesinadas en tres municipios distintos.
El primer suceso de violencia consistió en el hallazgo de siete cuerpos con huellas de tortura sobre la carretera Cuernavaca-Ocuilan, cerca del basurero de Loma de Mejía. “Son siete masculinos, [los agresores] no dejaron ningún mensaje”, declaró Alicia Vázquez Luna, secretaria de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca.
“Se encontraban sin signos vitales, estaban maniatados y eso nos lleva directamente a considerar que son características propias de delincuencia organizada”, añadió la funcionaria. En un breve encuentro con la prensa, lamentó que los límites de Cuernavaca con el Estado de México y con otros municipios se halla convertido en una zona en donde es común el abandono de cadáveres.
Por la madrugada también fueron localizados los cuerpos de dos hombres en el kilómetro 97 de la carretera Cuernavaca - Acapulco, ala altura del fraccionamiento Burgos en el municipio de Temixco. En este caso, las víctimas tenían las manos atadas y el rostro cubierto con cinta.
Reportes ciudadanos alertaron, además, sobre el avistamiento de un cuerpo sin vida al interior de una camioneta en el estacionamiento de la Farmacia Guadalajara que se ubica sobre la avenida Insurgentes, en la colonia Centro de Jiutepec.
Finalmente, automovilistas advirtieron a las autoridades que un cuerpo había sido abandonado dentro de una canaleta sobre la carretera federal Cuernavaca-Cuautla, en una zona conocida como Cañón de Lobos, también correspondiente al municipio de Jiutepec. En este caso, la víctima también estaba maniatada y envuelta en bolsas de plástico. Hasta el mediodía, ninguna de las 11 víctimas había sido identificada de manera oficial.
Violencia en Morelos sería eco de disputas en Sinaloa y Guerrero
En una entrevista con medios de comunicación, el presidente municipal de Cuernavaca, José Luis Urióstegui, señaló que esta jornada de violencia sería una muestra de la disputa que mantienen las diversas organizaciones delincuenciales con el objetivo de apoderarse de la entidad.
“Esto significa que la confrontación de grupos de delincuencia organizada se está recrudeciendo, están haciendo uso del máximo de su fuerza”, expuso el alcalde.
Adicionalmente, señaló que estos sucesos podrían estar relacionados con la pugna criminal que ha azotado en semanas recientes al estado de Sinaloa. “Lo que ocurre en Sinaloa no sólo es propio de Sinaloa entre esos dos grupos, sino que tiene impacto en todo el territorio nacional que se están disputando”, explicó al respecto.
Un documento de la Comisión Estatal de Seguridad Pública de Morelos, obtenido vía Transparencia por Infobae México, reconoce la existencia de al menos dos células relacionadas con el Cártel de Sinaloa en la entidad.
Una, identificada como “CDS”, tendría nexos con el grupo criminal de Los Aparicio —involucrado en delitos de secuestro en Morelos y Puebla—. Esta alianza se enfoca, según la corporación, en actividades como el robo de autos, venta de armas, venta de drogas, secuestro, extorsión y homicidios.
La segunda coalición en la que está involucrado el Cártel de Sinaloa en Morelos incluye también a La Unión Tepito, organización surgida en la Ciudad de México. Ambos grupos tendrían como operaciones principales la venta y trasiego de droga, la extorsión y el sicariato, acorde con el documento oficial.
Por otro lado, el gobernador suplente, Samuel Sotelo Salgado, expuso que estos actos de violencia podrían tener su origen en el asentamiento de grupos provenientes de otros estados, como Guerrero.
“Hemos tenido información de que algunos grupos de Guerrero se han introducido a Morelos en la zona sur, Puente de Ixtla, Amacuzac, Coatlán del Río, Mazatepec, toda esa zona”, fueron las palabras del mandatario en funciones, quien resaltó la falta de personal policiaco en el estado y lanzó un llamado a las fuerzas federales para brindar el apoyo necesario al gobierno entrante de Margarita González Saravia.