Las calles vacías, los negocios cerrados y el sistema educativo paralizado son escenas que recuerdan la pandemia de Covid-19, pero esta es la realidad actual en Culiacán. Según el periodista Carlos Loret de Mola en su columna de opinión de este jueves, hay elementos que empeoran la situación en comparación con lo que se vivió durante la crisis sanitaria mundial. “El Ejército ha abandonado a los sinaloenses,” escribe Loret de Mola, subrayando que la violencia se mantendrá mientras los grupos criminales así lo deseen.
Loret de Mola destaca en su análisis la actitud de los gobernantes como un factor crítico. Durante la pandemia, el presidente recomendaba usar un amuleto “detente” para protección; hoy, en cambio, el mensaje es que “esto va a acabar cuando los grupos criminales quieran”. Loret sostiene que no hay autoridad ni control, lo que deja a la ciudadanía en una situación de vulnerabilidad extrema.
La comparación con la gestión de la pandemia de Covid-19 es recurrente en la columna. Loret de Mola recuerda que durante la crisis sanitaria, el miedo era salir de casa y enfermarse. Hoy, en Culiacán, el temor es ser “baleado o despojado”. La evidencia del peligro es palpable y las consecuencias económicas y psicológicas ya son notorias. “El presidente minimiza la situación y hace todo por aparentar que nada grave está sucediendo,” critica el autor.
Loret de Mola también señala la evolución de la postura del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha. En el inicio de los enfrentamientos entre “Los Chapitos” y “La Mayiza”, Rocha aseguraba que “todo estaba bajo control”. Sin embargo, la situación lo obligó a admitir que los enfrentamientos no solo eran reales, sino también graves. Ahora el gobernador reconoce la necesidad de refuerzos federales para intentar controlar la violencia en el estado.
En contraste con la perspectiva local, en Palacio Nacional, el presidente López Obrador descarta la gravedad de los hechos. Loret de Mola denuncia que el mandatario sostiene que “son los medios conservadores tratando de dañarlo” quienes exageran la situación. Utilizando comparaciones de estadísticas de homicidios entre estados, López Obrador busca relativizar el problema en Sinaloa, afirmando que en Guanajuato las cifras son peores.
Ante la inacción del gobierno, la ciudadanía en Culiacán ha tomado sus propias medidas. Durante la pandemia, los padres decidieron “no llevar a sus hijos a la escuela” y los comerciantes “cerraron sus negocios” por cuenta propia, ignorando las recomendaciones oficiales. Hoy, en medio del conflicto entre bandas del narcotráfico, las familias optan por “quedarse en casa” para evitar ser víctimas de la violencia.
El argumento central de Carlos Loret de Mola radica en la falta de un gobierno efectivo y la imposición de narrativas oficiales que buscan minimizar las crisis. Enfatiza que, si bien no hay vacuna contra la violencia, el Estado debería garantizar la seguridad y el orden en lugar de dejar que los ciudadanos enfrenten la situación por sí solos.
La columna de opinión de Loret de Mola en El Universal pone en relieve una crisis de seguridad en Culiacán que, según él, se está manejando aún peor que la pandemia de Covid-19.
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