Los frutos secos son alimentos populares dentro de la nutrición y en el gusto popular; sin embargo, existe uno de ellos que suele pasar desapercibido a pesar de tener un gran sabor y grandes beneficios como sus otros compañeros.
Nos referimos a las avellanas, las cuales son las semillas comestibles del avellano, un árbol del género Corylus, principalmente de la especie Corylus avellana, un tipo de fruto seco caracterizado por su sabor dulce, el cual suele ser aprovechado principalmente para la elaboración de postres.
Y es que las avellanas aportan proteínas vegetales, esenciales para la reparación y construcción de tejidos, son ricas en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que son beneficiosas para la salud cardiovascular y, contienen una buena cantidad de fibra dietética, que ayuda a la digestión y al control del apetito.
Además, aportan un elevado contenido en vitaminas (como la vitamina E, B1, B6, y ácido fólico) y minerales (como magnesio, potasio, fósforo, zinc y cobre).
Es precisamente gracias a este gran contenido nutricional que su consumo regular puede ser un gran aliado de tu salud, ya que sus nutrientes pueden ayudar a prevenir una gran cantidad de padecimientos, sobre los cuáles te contamos a continuación.
Estas son las enfermedades que podría ayudarte a prevenir el consumo regular de avellanas
El consumo de avellanas puede contribuir a la prevención de diversas enfermedades gracias a su perfil nutricional rico en grasas saludables, antioxidantes, vitaminas y minerales. Aquí algunos de los beneficios más destacados:
1. Enfermedades Cardiovasculares
- Reducción del Colesterol: Las avellanas son ricas en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, que pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol “malo”) y aumentar los niveles de colesterol HDL (colesterol “bueno”).
- Salud del Corazón: También contienen magnesio y potasio, que ayudan a regular la presión arterial, y antioxidantes como la vitamina E, que protegen el corazón al reducir la inflamación.
2. Diabetes Tipo 2: Las avellanas tienen un índice glucémico bajo, lo que ayuda a mantener niveles estables de azúcar en la sangre. Además, los antioxidantes y ácidos grasos pueden mejorar la sensibilidad a la insulina.
3. Cáncer: Su alto contenido en antioxidantes como la vitamina E y compuestos fenólicos que ayudan a neutralizar los radicales libres, reduciendo el riesgo de cáncer. Además, la fibra dietética en las avellanas promueve la salud del colon, reduciendo el riesgo de cáncer colorrectal.
4. Enfermedades Neurodegenerativas: Los nutrientes presentes en las avellanas, como la vitamina E, ácido fólico y antioxidantes, pueden ayudar a preservar la función cognitiva y reducir el riesgo de enfermedades como el Alzheimer.
5. Osteoporosis: Las avellanas son ricas en calcio, magnesio y fósforo, esenciales para mantener huesos fuertes y prevenir la osteoporosis.
6. Obesidad y Trastornos Metabólicos: Las avellanas son ricas en proteínas y fibra, lo que puede aumentar la sensación de saciedad y ayudar en el control del peso, reduciendo el riesgo de obesidad y trastornos metabólicos.
Cómo incluir avellana en mi alimentación de manera saludable
Incluir avellanas en tu alimentación de manera saludable es sencillo debido a su versatilidad y valor nutricional. A continuación, se presentan diversas formas de incorporar este fruto seco en tu dieta diaria:
1. Snacks Saludables: Comer un puñado de avellanas crudas o tostadas como merienda. Mezclar avellanas con otras nueces y frutos secos, como almendras, nueces y pasas, para un snack energético y nutritivo.
2. Desayunos Nutritivos: Añadir avellanas picadas a tu tazón de cereales o avena. Incorporar avellanas trituradas en yogures, batidos o smoothies para un extra de sabor y nutrientes.
3. Ensaladas: Agregar avellanas tostadas a tus ensaladas de hojas verdes, frutas y queso, para dar un toque crujiente y sabroso o mezclar avellanas en ensaladas de quinoa, arroz integral o cuscús.
4. Platos Principales: Usar avellanas trituradas como parte de un empanizado para pollo o pescado o preparar salsas y pestos utilizando avellanas en lugar de o junto con piñones.
5. Mantequilla de Avellanas: Usar mantequilla de avellanas en lugar de mantequilla de maní en tostadas, wafles o panqueques o añadir una cucharada de mantequilla de avellanas a batidos y smoothies para un impulso extra de proteínas y grasas saludables.
6. Bebidas: Consumir leche de avellanas como un sustituto de la leche de vaca en café, té, cereales o simplemente como bebida.
Cabe mencionar que aunque las avellanas son saludables, son calóricas por lo que es importante tener cuidado con la porción que se consume, la cual debe ser de aproximadamente 28 gramos (unas 20 avellanas).
También es preferible optar por avellanas crudas o tostadas sin sal ni azúcar añadidos para mantener los beneficios saludables.