CJNG negoció con jefe de sicarios del Cártel de Sinaloa para traficar metanfetaminas a EEUU

Al menos desde 2005, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán comenzó a trabajar con un sicario que años después se convertiría no sólo en una pieza clave del Cártel de Sinaloa, sino en un aliado relevante, aunque temporal, del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

En la segunda semana del juicio contra Rubén Oseguera González, alias ‘El Menchito’, hijo de Nemesio Oseguera Cervantes, apareció en la Corte Federal del Distrito de Columbia, en Washington, D.C., José Antonio Torres Marrufo, conocido con el alias de ‘El Jaguar’, un antiguo operador del cártel sinaloense.

Según información compartida por el periodista Ángel Hernández, de Milenio, ‘El Jaguar’ declaró que en 2010 estableció un acuerdo con el máximo líder del CJNG para trabajar juntos.

En su testimonio, Torres Marrufo recordó una reunión en Tapalpa, Jalisco, en la que se encontró con ‘El Mencho’, ‘El Menchito’, un agente de la Policía Federal y un sujeto de nombre Beto Ureña.

La asamblea criminal culminó con una negociación entre ambas organizaciones: ‘El Jaguar’ se comprometió con permitir que el CJNG traficara metanfetamina por Ciudad Juárez hacia El Paso, Texas, con la condición de que la totalidad de los cargamentos llegara a suelo estadounidense. “Si quería traficar que nada más no dejara nada en Juárez, que se llevara todo a Estados Unidos”, sostuvo Torres Marrufo, acorde con el reportero de Milenio.

Torres Marrufo adquirió su seudónimo debido a su carácter sanguinario y a la ferocidad con la que ordenaba secuestros y homicidios de sus rivales.

Entre 2007 y 2008 se consolidó como un importante narcotraficante independiente en la región de Villa Ahumada, en Chihuahua. Ahí comenzó a tener vínculos con cabecillas del Cártel de Juárez, anteriormente aliados del Cártel de Sinaloa.

Cuando se agudizaron las hostilidades entre el grupo del ‘Chapo’ y el clan de los Beltrán Leyva, estos últimos empezaron a colaborar con el Cártel de Juárez. En ese contexto, ‘El Jaguar’ se unió a Guzmán Loera e Ismael ‘El Mayo’ Zambada y creó el brazo armado conocido como Gente Nueva, con el cual pretendía disputar la plaza de Ciudad Juárez, fundamental en el trasiego de drogas a Estados Unidos.

Durante al menos un par de años, Torres Marrufo se mantuvo al frente de dicha célula delictiva, con la que confrontó al Cártel de Juárez, La Línea y Los Aztecas, mediante alianzas con pandillas como Artistas Asesinos y Los Mexicles.

Luego de encabezar las operaciones de Gente Nueva en la frontera, fue enviado por los jefes del cártel a Guanajuato, en donde fue capturado en febrero de 2012.

Las autoridades mexicanas lo extraditaron a EEUU en mayo de 2019 debido a que era requerido, desde 2012, por la Corte Federal del Distrito Oeste de Texas por secuestro y homicidio.

En la acusación se le señalaba como responsable de privar de su libertad a un residente de Horizon City, Texas, para que respondiera por la pérdida de un cargamento de marihuana. El cuerpo de la víctima fue hallado mutilado en Ciudad Juárez el 8 de septiembre de 2009.

Luego, en mayo de 2010, ‘El Jaguar’ ordenó el secuestro de un hombre que vivía en Columbus, Nuevo México. La víctima fue secuestrada mientras se llevaba a cabo la ceremonia de su boda en Juárez. El novio, su hermano y su tío fueron secuestrados, torturados y asesinados por sicarios del ‘Jaguar’.

Respecto a sus operaciones en México, fue señalado como el aparente autor intelectual de la masacre en el centro de rehabilitación ‘El Aliviane’, en la que un comando armado asesinó a 18 personas.

En marzo de 2022, Torres Marrufo fue sentenciado en EEUU a 40 años de cárcel por cargos relacionados con narcotráfico, crimen organizado, secuestro y conspiración para matar en un país extranjero.