El territorio de México a lo largo de su historia ha sido modificado infinidad de veces, y no solamente cediendo territorio a las naciones de las que somos vecinos, sino también anexándose partes que actualmente son estados de nuestra república. La singularidad de cómo fue que Chiapas se volvió parte de México es que esa movida geopolítica fue decisión de su gente.
Durante la época colonial, Chiapas formaba parte de la Capitanía General de Guatemala, que administraba el territorio que abarcaba a los actuales territorios de Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, para la corona española.
Al llegar la Independencia de la Nueva España, en 1821, cinco de las provincias de esta capitanía general (Guatemala, San Salvador, Comayagua u Honduras y la provincia de Nicaragua y Costa Rica) junto a Chiapas proclamaron su independencia de la Monarquía Española, por lo que fueron de forma efímera por el primer Imperio Mexicano, encabezado por Agustín de Iturbide.
Cuando Iturbide abdicó al trono en 1823, Chiapas quedó a la deriva, y junto a las otras cinco provincias que se habían ido de la capitanía se fundaron Las Provincias Unidas del Centro de América. Sin embargo, los chiapanecos consideraban que, habiéndose incorporado al imperio mexicano bajo el Tratados de Córdoba y el Plan de Iguala, quedaban nuevamente desligados de México y de toda otra autoridad.
En ese tiempo, hubo tensiones y conflictos entre México y las Provincias Unidas sobre la pertenencia de Chiapas. Las fuerzas conservadoras en Chiapas querían permanecer en la federación centroamericana, mientras que los liberales chiapanecos buscaban la unión con México. En 1842, después de la disolución de las Provincias Unidas, se produjo un levantamiento encabezado por los liberales chiapanecos que permitió la admisión oficial de Chiapas como un estado de la república mexicana.
Las disputas internas se resolvieron con la disolución de la Junta Suprema Provisional de Chiapas, y el asunto sobre la pertenencia del territorio se resolvió de manera pacífica y democrática, pues el 12 de septiembre de 1824 se llevó a cabo un plebiscito donde las mayorías votaron en favor de la incorporación a México.
Finalmente, Chiapas se unió a México el 14 de septiembre de 1824 mediante un Acta de Proclamación.
Sin embargo, la integración definitiva se consolidó en 1848 cuando las tropas mexicanas derrotaron los últimos focos de resistencia conservadora que querían separarse de México. A partir de entonces, Chiapas quedó plenamente incorporado al territorio nacional mexicano.
Chiapas celebró 200 años de su anexión a México
El pasado sábado 14 de septiembre, el gobierno estatal de Chiapas conmemoró el 200 aniversario de su anexión a México. En el acto protocolario, que se llevó a cabo en Palenque, donde estuvieron presentes el presidente Andrés Manuel López Obrador, y la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, el actual gobernador del estado, Rutilio Escandón Cadenas, resaltó que los conflictos de Chiapas no se resolvieron con las armas, como era común en la época después de la Colonia.
“En este festejo del bicentenario de la federación de Chiapas se debe resaltar que en aquella época, entre los años 1821 y 1824, las controversias y conflictos se resolvían a través de las armas. Y en Chiapas no fue así, la decisión del pacto de unión se resolvió con una consulta al pueblo; el plebiscito fue un proceso pacífico y civilizado donde votaron por la unión” indicó el gobernador Escandón.
El político también resaltó que Chiapas aportó a México un mosaico pluricultural de costumbres, además de riquezas naturales como la selva, bosques, mar, lagos y grandes ríos que desde entonces cambiaron el rostro geopolítico de nuestra gran nación de nuestro querido México.
“A dos centurias de ser mexicanos, hemos evolucionado social y políticamente. Luchamos día a día por el respeto a la democracia, por la defensa de los derechos humanos y de los derechos políticos de la mujer. Chiapas refrenda hoy su firme convicción para construir un mejor futuro para las generaciones venideras” enfatizó.