Sísifos, una mirada sin estigmas a los claroscuros de un anexo en Chiapas: “El esfuerzo por salir adelante”

Nicolás Gutiérrez, director de esta película documental, compartió con Infobae México los retos que enfrentaron al contar la historia de hombres con adicciones sin revictimizarlos

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La película documental se encuentra disponible en salas de cine nacionales, en la que se muestra un retrato de la vida de personas que enfrentan una lucha constante contra las adicciones.
Crédito: Jesús Aviles / Infobae México
La película documental se encuentra disponible en salas de cine nacionales, en la que se muestra un retrato de la vida de personas que enfrentan una lucha constante contra las adicciones. Crédito: Jesús Aviles / Infobae México

A través de un viaje en el que el titulo de la película le hace completa justicia a la vida de los hombres que permanecen dentro de un anexo en Chiapas, los directores de Sísifos retratan la cotidianidad de personas que luchan día tras día para superar las adicciones que los aquejan desde hace décadas; batalla que pareciera interminable para muchos de ellos.

En entrevista con Infobae México, Nicolás Gutiérrez, uno de los directores del documental, compartió la principal motivación por la que el centro de rehabilitación ‘Una luz en la oscuridad’, ubicado en el municipio de Ocozocuautla, Chiapas, fue el sitio elegido para contar sin estigmas una realidad que enfrentan habitantes de más de 20 estados de la República Mexicana.

“Llegamos por otro proyecto que se llamaba deriva.mx, en el que hicimos un retrato transmedial de la violencia estructural en México y eso nos llevó a muchos albergues. Llegamos a Una luz en la oscuridad que nos pareció un sitio con una dignidad humana muy buena, era un sitio muy digno para la rehabilitación”, comentó el cineasta.
Crédito: Especial
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Durante más de 80 minutos, el espectador de este material se sumerge en las historias de hombres que han experimentando violencias estructurales desde la niñez, quienes conviven entre ellos ‘de buena voluntad’, frase repetida por cada anexado durante las actividades que realizan para continuar con su rehabilitación y superación de las adicciones.

El cineasta detalló que uno de sus principales objetivos fue no revictimizar a las personas que se encontraban dentro del centro de rehabilitación, sino mostrarlos como personas con circunstancias que las llevaron a esa condición de vida. Crédito: Infobae México

En un ambiente lleno de metáforas en el que convive el anexo con un sol intenso de verano, provocador que imágenes con notados contrastes, y bajo el nombre de ‘Una luz en la oscuridad’, Nicolás Gutiérrez y Santiago Mohar muestran el proceso de rehabilitación de manera digna y humana de un grupo de adictos que a través de la pantalla se convierten en personas que han cometido errores, pero se esfuerzan cada día por salir adelante.

“No es como que el adicto tenga la culpa necesariamente. Muchas circunstancias son las que te llevan a eso, no es un tema de salud mental, es un tema psiquiátrico. (…) Es cómo funciona la rehabilitación la que te va dando a entender que escuchando las historias que se comparten, escuchando lo que ha vivido alguien que ha llegado a un anexo, que te das cuenta que muchas veces son circunstancias sistémicas y no voluntarias las que te llevan a estar ahí”, comentó Nicolás Gutiérrez.

Erving, Mario, Marco Antonio... son algunos de los nombres que resuenan al interior del centro de rehabilitación, personas que comparten sus dolores más profundos, los temores que la salida del anexo les provoca por creer que volverán a las drogas y el alcoholismo porque para ellos “el verdadero reto está allá afuera”, y quienes ayudan a los recién llegados para adaptarse a su nuevo modo de vida dentro del albergue.

Crédito: Especial
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‘Una luz en la oscuridad’ implementa un programa de 24 horas en el que los hombres realizan actividades mientras conviven en el albergue con otras personas que también viven violencias estructurales. Con 12 pasos para la recuperación, los anexados enfrentan la abstinencia con ayuda de la religión, en búsqueda de la esperanza y de un poder supremo que les de fuerza para enfrentar el dolor.

“Es uno de los pasos, haces un recuento moral con todo el daño que hiciste. El segundo paso consiste en entregarte a una entidad suprema que te va a ayudarte porque tú has perdido control sobre ti mismo”, detalló Nicolás Gutiérrez.

<i>Sísifos </i>o la constante lucha por enfrentar el día a día

Respecto al nombre tan característico de este documental, Nicolás Gutiérrez comentó que durante el proceso de desarrollo del proyecto determinaron el título, el cual está relacionado con el mito griego de Sísifo.

El cineasta comentó que la analogía fue determinada antes de comenzar el rodaje, al pensar que las personas que permanecen bajo las drogas pueden vivir con esta condición toda la vida. Crédito: Infobae México

En ‘Una luz en la oscuridad’ conviven hombres adictos a drogas sintéticas y al alcohol, quienes enfrentan en un centro comunitario una problemática que en los últimos años ha incrementado, según las estadísticas del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones, coordinado por la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama).

Según el informe de 2023, durante los años 2017 a 2022 el consumo de anfetaminas, metanfetaminas, éxtasis o estimulantes de uso médico creció 218 por ciento. Además, en el área sur del país se identificó que la demanda de atención es por alcohol, cannabis y cocaína.

Durante el año 2022, las sustancias de mayor demanda de tratamiento fue de 46.2% por consumo de metanfetaminas, anfetaminas, éxtasis o estimulantes de uso médico, seguidos por el alcohol con 24.6%, y la marihuana o cannabis con 13.3%.

Crédito: Especial.
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Al respecto, Nicolás Gutiérrez señaló que a nivel estatal no se dan abasto para cubrir la necesidad de atención para personas en adicciones, lo cual el Estado no ha podido cubrir como se requiere y que provoca la apertura de centros comunitarios como ‘Una luz en la oscuridad’.

“Los centros de rehabilitación 24 horas son iniciativas en las que muchas veces ciudadanos o de los mismos adictos que también suplen un espacio. Estatalmente no se está dando abasto, no hay centros, no hay espacios suficientes ni redes de apoyo para este problema de salud mental, que también es el Estado el que debería absorber”.
Crédito: Especial.
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A pesar de ser un documental que muestra las dificultades de los anexados en su proceso de rehabilitación y superación de las adicciones, en un tono de esperanza y para mostrar el reto que vivirán al salir del centro, los directores de Sísifos finalizan la historia con imágenes de la sierra de Chiapas, en donde resuenan los ecos de los testimonios reunidos en la película, la cual se encuentra disponible en salas nacionales y su gira se puede encontrar en la página oficial de sisifos.mx.

Mario, uno de los padrinos del anexo, siempre soñó con ser cantante. Después de permanecer en diferentes centros del país y tener conocimiento en el tratamiento de adicciones, comenta en la película que a pesar de tener la capacidad de ayudar a otras personas y no poder aplicarlo en sí mismo, dice sentirse “útil” porque motiva a sus compañeros a salir adelante.

Un fragmento de su canción original cierra el documental de Nicolás Gutiérrez y Santiago Mohar, en un ambiente de esperanza mostrado a través de imágenes de la naturaleza que cierran sus historias y, que al mismo tiempo, representa el mayor miedo de Mario, la realidad fuera del anexo.

“Hoy me quieren convencer para que caiga en la trampa, pero no lo lograran, pues mi amor es el que manda. La confianza y el poder que me brinda el mas alto es la fuerza en mi interior que me aleja del fracaso. Y no penetraran en mí porque estoy muy fuerte ahora, hoy la maldad no cabrá en los cauces de mis horas. Yo voy camino hacia el amor y no miro al pasado, yo sigo firme junto a vos porque yo soy tu soldado”.
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