Después de dos días de operativos, la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, coordinó personalmente una mesa de seguridad en Ojinaga para dirigir los esfuerzos de protección hacia la población local y combatir la violencia desatada por los enfrentamientos entre cárteles.
Siguiendo los informes recibidos, las fuerzas de seguridad implementaron una vigilancia constante en puntos estratégicos del municipio, como las vías de acceso, cabeceras municipales y comunidades circundantes.
En el marco de estas acciones conjuntas, elementos de la Fiscalía General del Estado, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano llevaron a cabo operativos tierra-aire, orientados a disuadir y combatir la actividad criminal. Estos operativos resultaron en el decomiso de vehículos, diversas armas de fuego y municiones
Durante la sesión de la Mesa de Seguridad, Campos subrayó la importancia de las colaboraciones entre las autoridades estatales y federales en la consecución de resultados positivos. Desde el Quinto Batallón de Infantería se llevaron a cabo las coordinaciones entre distintas fuerzas de seguridad.
La violencia en Ojinaga ha sido atribuida a los conflictos entre células del Cártel de Sinaloa y de La Empresa, lo cual impulsó la decisión de trasladar la Mesa Estatal para la Construcción de la Paz a la zona.
El fiscal general de Chihuahua, César Jáuregui, informó que las operaciones del grupo criminal La Empresa se han incrementado en los últimos meses. Este brazo armado del Cártel de Juárez se ha enfrentado intensamente con el Cártel de Sinaloa, dejando una serie de violentos sucesos en el estado de Chihuahua.
En respuesta a esta escalada de violencia, el gobierno federal ha ordenado el despliegue de 300 tropas de élite para reforzar la seguridad en la región. Este operativo se enfocó en los municipios de Ojinaga, Manuel Benavides y Coyame del Sotol, áreas colindantes con Coahuila y Ciudad Juárez, conocidas por ser estratégicas en el tránsito de drogas hacia Estados Unidos.
Los enfrentamientos más recientes ocurrieron entre el 6 y 8 de septiembre, resultando en la muerte de seis personas y obligando a las autoridades a intensificar las medidas de seguridad. “Ante este pico de violencia, las fuerzas especiales estatales y federales actuaron de inmediato, desplegando más de 300 efectivos élite, entrenados en técnicas avanzadas de combate y en la captura de objetivos de alta prioridad”, señaló la Mesa Estatal de Seguridad en un comunicado. Este operativo es parte del modelo de seguridad Centinela, orientado a garantizar la vida y tranquilidad de los habitantes.
Los análisis realizados por el fiscal Jáuregui revelaron que La Empresa tiene vínculos con La Línea, otro grupo armado del Cártel de Juárez, y que son capaces de distribuir armas de alto calibre provenientes de la frontera con Estados Unidos a diferentes zonas del centro y sur de Chihuahua. A pesar de esta complicidad, los últimos conflictos entre La Empresa y otros miembros del Cártel de Juárez han dado lugar a una espiral de violencia, resultando en 45 homicidios en sólo cuatro días a inicios de julio.
La presencia de otros grupos, como Los Aztecas, los Artistas Asesinos y Los Mexicles, añade más complejidad a la situación, ya que algunos de estos operan de manera independiente, mientras que otros forman alianzas con cárteles más grandes para pelear por los principales puntos de trasiego y distribución de drogas.
De acuerdo con el fiscal Jáuregui, a pesar de los esfuerzos para identificar y capturar a los miembros de estos grupos, la violencia no muestra señales de disminuir pronto, obligando a las autoridades a estar en alerta constante y a mantener esfuerzos de seguridad sostenidos en la región.