Dos de los ocho magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que se han pronunciado en contra de la aprobación de la Reforma al Poder Judicial fueron en su momento propuestos por el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador para ocupar una silla en el máximo tribunal del país, lo que les ha valido ser tildados de “traidores” por el propio presidente, y por los seguidores de la llamada Cuarta Transformación.
Se trata de la ministra Margarita Ríos-Farjat y del magistrado José Luis González Alcántara Carrancá, quienes fueron propuestos por el mandatario a principios de su administración. Ambos jueces no sólo se han pronunciado tajantemente contra el avance de esta propuesta de reforma encaminada por el presidente, y han participado activamente en las movilizaciones en su contra, sino que lo han hecho con otras propuestas realizadas anteriormente por el ejecutivo, causando la molestia del gobernante.
González Alcántara, quien llegó a la SCJN en 2018 gracias a que López Obrador lo propuso en la terna, participó el pasado primero de septiembre en la marcha contra la Reforma al Poder Judicial organizada por estudiantes de derecho, donde llamó a los legisladores a reflexionar sobre qué es lo que quiere la sociedad.
Este ministro, que es licenciado y doctor en Derecho por la UNAM, con mención honorífica, y cuenta con una Especialidad en Finanzas Públicas, Maestría en Relaciones Internacionales por la Escuela Fletcher de Derecho y Maestría en Derecho Civil por la Universidad de Barcelona, también se pronunció a favor del paro de la Suprema Corte proclamada el pasado 3 de septiembre.
Por su parte, Margarita Ríos-Farjat es una ministra de la SCJN que fue propuesta por AMLO en 2019; ex titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), formó parte del grupo de votó a favor de declarar una “no sesión” en apoyo a los trabajadores del Poder Judicial de la Federación.
En marzo de este año, al inaugurar el Coloquio en Conmemoración de los 200 años de la Suprema Corte, Ríos Farjat consideraba que se debían defender y hacer realidad los principios constitucionales que son de vital importancia para la convivencia política y social del país, así como la división de poderes, el federalismo, la pluralidad política, el respeto a las minorías y los derechos humanos, “que son cuñas jurídicas al control político”.
“La Suprema Corte tiene la altísima responsabilidad y juega un papel determinante en el fortalecimiento del Estado constitucional y democrático de derecho, a la que no debe rehuir y mucho menos renunciar; esta tarea debe asumirla con valentía y prudencia”, dijo Ríos Farjat.
Recientemente Farjat se vio envuelta en una polémica luego de que se filtrara un chat que mantuvo con la periodista Lourdes Mendoza, quien le hizo llegar su última columna en donde abordó el tema de la reforma al Poder Judicial, llevando a la integrante de la SCJN a emitir un comunicado de prensa mediante el cual aclara la situación.
Ambos jueces ya han sido señalados en diversas ocasiones por el presidente López Obrador, quien los ha catalogado de “traidores”, y ha criticado por participar en movilizaciones en contra de algunas de sus propuestas.
AMLO, arrepentido de haberlos propuesto para la Suprema Corte
El presidente Andrés Manuel López Obrador llegó a declarar en su mañanera del 22 de septiembre del 2022 que estaba arrepentido de haber propuesto para la Corte a Margarita Ríos Farjat y Juan Luis González Alcántara debido a que estos no habían votado a favor de los proyectos de su denominada Cuarta Transformación.
“Me equivoqué porque hice propuestas, pero una vez que propuse ya por el cargo, o porque cambiaron de parecer, ya no están pensando en el proyecto de transformación y en hacer justicia”, dijo AMLO en ese momento
Más adelante, durante una de sus conferencias de prensa en el año 2023 los tildó de “traidorzuelos” por no respaldar sus propuestas de reforma, entre ellas no respaldar su decreto para que la Guardia Nacional (GN) fuese controlada por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
Esa acusación se repitió en enero de este año, pero en ese momento López Obrador amenazó a los ministros con enviar al Congreso su paquete de reformas de ley para que sean removidos y electos por el pueblo de México.