En las vastas aguas del Pacífico mexicano, lejos del bullicio y la intervención humana, se encuentra un rincón casi intacto de la naturaleza: el Archipiélago de Revillagigedo.
Este remoto y fascinante conjunto de islas de orígen volcánico fue declarado como Área Natural Protegida por el Gobierno de México en 1994 y 22 años después, en 2016, como Patrimonio Mundial Natural de la Humanidad en 2016 por la UNESCO.
Debido a su aislamiento del continente, las especies del archipiélago han seguido un camino evolutivo único, paralelo y diferente al de aquellas en tierra firme. Es uno de los últimos lugares en México que se mantiene casi a salvo del ser humano.
Un paraíso entre Manzanillo y Los Cabos
El Archipiélago de Revillagigedo es hogar de una rica diversidad de flora y fauna, lo que origina un conjunto único de procesos biológicos y ecológicos. Su isla más grande y con mayor biodiversidad, Isla Socorro, se encuentra a 690 km al oeste de Manzanillo, Colima y a 470 al sur de Cabo San Lucas, Baja California.
Sus características ecosistémicas, junto con sus particularidades geológicas, han atraído la atención científica en varias áreas de investigación como la biodiversidad, la biogeografía y la evolución, destaca la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México.
“Sus paisajes terrestres y marinos exhiben impresionantes volcanes activos, arcos, acantilados y afloramientos rocosos aislados que surgen a la mitad del Océano. Los ecosistemas del Archipiélago contribuyen a la conectividad a gran escala en el Pacífico Oriental Tropical”, menciona la institución.
El clima es clasificado como árido o desértico, caracterizado por ser generalmente seco, según el programa de manejo del parque realizado por la Secretaría del Medio Ambiente de México y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
Agosto es el mes más caluroso con temperaturas que alcanzan un máximo de 31.1 grados Celsius y un mínimo de 24 grados, mientras que enero es el mes más fresco con temperaturas máximas de alrededor de 27.2 grados y mínimas de 18.56 grados.
La precipitación anual es bastante escasa, promediando cerca de 200 milímetros, con la mayor parte, aproximadamente el 74%, concentrándose en el verano entre junio y noviembre, coincidiendo con la temporada de ciclones en el Pacífico.
Las islas del archipiélago, Socorro, Clarión, San Benedicto y Roca Partida, albergan 190 especies de macroalgas, con una notable diversidad en algas rojas, verdes y cafés, importantes para los arrecifes rocosos a pesar de su baja biomasa.
Isla Socorro presenta 201 especies de plantas, de las cuales 33 son endémicas, con vegetación variada debido a cambios en altitud, clima y suelo. Isla Clarión tiene 58 especies de plantas, predominantemente arbustos y pastizales xerófilos.
En Isla San Benedicto, la vegetación fue casi completamente destruida por una erupción volcánica en 1952-1953, pero se ha recuperado parcialmente con 11 especies registradas hasta 2018. La Isla Roca Partida no tiene vegetación debido a su formación rocosa, .
La ubicación del parque ha creado un entorno único que permite a muchas especies prosperar, algunas de las cuales no se encuentran en ningún otro lugar del mundo, gracias a su alejamiento y la convergencia de diversas corrientes marinas.
“Genera una zona de transición compleja y altamente productiva que resulta en la convergencia de una gran cantidad de fauna y flora, y crea un conjunto único de procesos biológicos y ecológicos”, menciona al respecto el manual.
En esta región habitan especies como el mangle botoncillo, esponjas marinas, caracoles, quitones, crustáceos, cangrejos y langostas. También hay 389 especies de peces, incluyendo la damisela azul y amarilla, el pez mariposa y varias especies de tiburones. Las aguas del archipiélago son cruciales para la anidación y alimentación de tortugas marinas, como la tortuga carey y la tortuga golfina.
Además, el Parque Nacional Revillagigedo es fundamental para la alimentación y reproducción de mamíferos marinos, incluidas las ballenas jorobadas que migran a esta zona en invierno, así como delfines y otras especies de ballenas.
Este parque es un destino muy popular entre los buceadores debido a la abundante y diversa vida marina, que incluye mantarrayas gigantes, mamíferos marinos y diversas especies de tiburones.
Anualmente, entre 2,000 y 3,500 buceadores nacionales e internacionales visitan el parque para practicar buceo y fotografía submarina. El parque alberga 30 especies de tiburones y es un lugar clave para la reproducción de la ballena jorobada, siendo las islas San Benedicto, Socorro y Roca Partida las principales áreas de buceo.
La lucha por el control de un territorio de todos y de nadie
El Archipiélago de Revillagigedo fue descubierto el 21 de diciembre de 1533 por dos embarcaciones bajo el mando de Diego Becerra y Hernando de Grijalva, desembarcando en la isla de Socorro, de acuerdo con un artículo publicado por la Universidad de Delaware escrito por Vicente Ochoa, licenciado en Turismo por la Universidad de Guadalajara.
Posteriormente, en 1542, Ruy López de Villalobos descubrió la isla de Clarión, y en 1779, Joseph Camacho encontró la isla Roca Partida. En 1793, Eduardo Colnett nombró las islas en honor al Virrey de la Nueva España, el Conde de Revillagigedo.
En 1861, el presidente Benito Juárez otorgó una concesión al estado de Colima para explorar el archipiélago, aunque la idea de colonizarlo fue abandonada en 1869 y el control volvió al gobierno federal.
En 1954, se realizó la primera expedición científica mexicana, y en 1957, la Armada de México estableció un destacamento militar para proteger la soberanía nacional. Actualmente, las islas de Socorro y Clarión son las únicas habitadas, con bases navales en ambas.