Uno de los sueños más comunes es encontrarse por casualidad con una gran fortuna, ya sea por descubrir un objeto muy valioso entre nuestras pertenencias o hacernos con un tesoro que nos pueda garantizar una vida sin preocupaciones económicas.
Hace casi dos siglos México y Estados Unidos sufrieron los efectos demográficos de la llamada “Fiebre del oro”, un fenómeno social por el que habitantes de grandes ciudades abandonaron su patrimonio para vivir en zonas deshabitadas con la intención de encontrar el metal dorado en minas o ríos.
Pocos mineros se hicieron ricos, mientras que los proveedores de los mismos y otros comerciantes encontraron la fortuna gracias a la llegada repentina de población. Un efecto positivo de la “Fiebre del oro” fue el desarrollo de redes de transporte y comunicación así como la presencia del metal dorado en las monedas circulantes de la época.
A pesar de que los historiadores determinaron que la “fiebre del oro” terminó en 1960, aún existen grupos que viven de la búsqueda del valioso mineral en estados fronterizos de México y Estados Unidos, los cuales se llaman a sí mismos co “gambusinos”.
Los buscadores de oro de Sonora
Se le conoce como gambusinos a las personas que deciden dedicarse a la búsqueda del preciado mineral de forma independiente, por lo que viven de la venta de pequeñas piezas encontradas bajo la tierra de grandes prados o bajo la corriente de riachuelos.
“En este estado siempre ha habido oro”, mencionó en 2017 Manuel Rangel Vigueras fundador del primer club de gambusinos en Sonora en una entrevista para Infobae.
“El dinero no es lo que mueve a los gambusinos, sino esas historias de que hay grandes tesoros perdidos en la tierra, que fueron acumulados por tribus indígenas, o que dejaron los españoles cerca de las minas”, añadió.
Los gambusinos de Sonora se describen como hombres libres ya que no pagan impuestos, pueden acaparar en cualquier parte y no tienen que compartir su oro con nadie.
Hace 7 años se estimaba que en Sonora había cerca de 1,500 gambusinos y si llega alguien nuevo se le comparte un poco de oro para animarlo a seguir ya que es algo muy emocionante.
Los estados del país con más oro
Según una investigación del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados que se publicó en el mes de abril, México actualmente cuenta con 124 establecimientos dedicados a la extracción de oro, cantidad que representa el 4.1% del sector minero del país
El mismo documento reveló que los estados norteños del país son las zonas que más oro tienen la actualidad, pues en Sonora, Chihuahua, Durango y Zacatecas siguen explotando el preciado mineral, lo que propicia las versiones de que el metal dorado puede encontrarse en forma de pepitas en ríos o entre la arena de barrancas secas.
La extracción de oro en el norte del país ubica a México en el noveno lugar global en la producción de oro, donde destaca la explotación de la mina “peñasquito” en Zacatecas, la más grande de la república mexicana con 7.1 millones de onzas troy.
Qué dice la ley sobre encontrar oro y tesoros
El Libro Segundo del Código Civil, específicamente en el Título Cuarto, aborda la propiedad y las normas que la rigen. Dentro de este título, el Capítulo III se dedica exclusivamente a la regulación de los tesoros, comprendido en los Artículos 875 al 885.
Según el Artículo 875 la ley define que un tesoro es cualquier cantidad de dinero, joyas u otros objetos valiosos que han estado escondidos y cuya propiedad original se desconoce. Es decir, no se sabe a quién pertenecen. No se considera que un tesoro sea fruto de una finca, sino un hallazgo independiente.
El Artículo 876 establece que si el descubrimiento del tesoro ocurre en una propiedad que pertenece al descubridor, éste tiene derecho a quedarse con todo lo encontrado.
Sin embargo, el Artículo 877 menciona que si el hallazgo se realiza en un sitio de dominio público o en una propiedad que pertenece a otra persona, la ley establece que el tesoro se divide en partes iguales entre el descubridor y el propietario del terreno.