La búsqueda de la fotografía o selfie perfecta para presumir en las redes sociales ha llevado a los turistas a cometer acciones o riesgos extremos innecesarios, cuyos resultados han derivado en trágicos incidentes, caídas mortales desde acantilados, accidentes con coches, trenes, peligrosos encuentros con la fauna, ahogamientos imprevistos, entre otros.

Tal situación, por desgracia, le ocurrió a una connacional que se encontraba visitando la zona del Castillo de Tossa de Mar, en Cataluña, España, cuando lugareños llamaron al 112 de los servicios de emergencia para atender la caída de una mujer.

La Unidad de Montaña de los Mossos d’Esquadra acudió para recuperar el cuerpo, el cual fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Girona para practicarle la autopsia.

El 2 de septiembre, una mujer mexicana, de 51 años de edad aproximadamente, se precipito entre 30 o 40 metros por un acantilado en el Castillo Tossa de Mar, por lo que “personal diplomático estableció comunicación con la persona que viajaba con la víctima para proporcionar la asistencia necesaria y apoyar las gestiones para el traslado de los restos a México”, refiere un comunicado emitido por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) al respecto.

“A través del Consulado de México en Barcelona, informa que el 2 de septiembre, la policía local de Tossa Mar, Cataluña, España, notificó a la representación consular el fallecimiento de una persona mexicana en esa localidad tras un lamentable accidente”, añade el documento.

Testigos de los hechos manifestaron a un medio impreso que la occisa se encontraba de visita con su marido en el paseo de la Vila Vella, en la zona más alta del Castillo y la muralla de Tossa, y habría saltado una valla que impedía al acceso a la zona más cercana al acantilado, subió a un foco de espaldas para hacerse una foto y el cedió, lo que generó que cayera al vacío; el accidente habría ocurrido a las 16:20 hora local.

Se trata de una fortaleza construida en el siglo XII, durante el reinado de Abert I, concebida originalmente para proteger a la población de los ataques provenientes del mar, frecuentes en aquellos tiempos. La muralla que rodea el recinto amurallado posee torres circulares que son emblemáticas del paisaje.

La construcción consta de tres torres: Torre de las Horas, situada en la entrada del patio de armas; la Torre de en Joanàs, la cual domina la bahía de Tossa; y la Torre d’es Codolar o del Homenaje.