Las lluvias del monzón, un fenómeno climático que ocurre anualmente en diversas partes del mundo, tiene un impacto directo en tierra azteca.
Este sistema de vientos y precipitaciones, caracterizado por lluvias intensas y sostenidas, es común en regiones tropicales y subtropicales y tiene una influencia significativa en los patrones climáticos del país.
En los últimos días, diversas zonas de México, especialmente en el noroeste, han experimentado un aumento en las precipitaciones debido a la llegada de este fenómeno.
¿Qué son las lluvias del monzón?
La palabra “monzón” proviene del término árabe mausim, que significa estación, y se refiere al cambio estacional en la dirección de los vientos que circulan entre el océano y el continente.
“Esta variación de viento es causada por el contraste de temperaturas entre la región continental y oceánica, aunque intervienen otros factores como la orografía y las condiciones del viento en capas superiores.”, menciona la Comisión Nacional del Agua de México en un video (Conagua) publicado en su página de X.
En un clima de tipo monzónico se observa un cambio significativo en los patrones generales de precipitación y temperatura. En el caso del monzón de Norteamérica, también llamado monzón mexicano, este cambio en la dirección del viento se presenta en la región que comprende partes del suroeste de Estados Unidos de América y el noroeste de México.
Cada año, entre finales de junio y principios de julio, comienza el Monzón de Norteamérica, que puede extenderse hasta septiembre.
Este fenómeno es provocado por la convergencia de vientos cálidos y húmedos provenientes del Océano Pacífico y el Golfo de California, afectando principalmente el noroeste de México.
¿Cuál es su repercusión en el clima del país?
El monzón se caracteriza por precipitaciones intensas que generan tormentas, lluvias en regiones como la Sierra Madre Occidental y sus alrededores, abarcando Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, el norte de Nayarit, Sinaloa, y Sonora, así como el occidente y suroeste de Estados Unidos.
Según CONAGUA, más del 60% de la precipitación anual en la región ocurre durante este periodo, es por ello que tiene un papel muy importante en cómo cambia el clima cada año, según el informe El Monzón de Norteamérica y su influencia en la variabilidad hidroclimática de la cuenca alta del río Nazas de la Secretaría de Agricultura, ganadería, desarrollo rural, pesca y alimentación de México.
Además afecta la cantidad y distribución de las lluvias, lo que a su vez influye en la disponibilidad de agua. Cuando llueve mucho o muy poco, pueden ocurrir sequías o inundaciones.
Durante el periodo del monzón, la cantidad de agua que fluye en ríos como el Nazas aumenta mucho, y esta agua es fundamental para la agricultura y el consumo humano.
Su comportamiento también afecta los ciclos de agua y, por lo tanto, la ecología de las áreas semiáridas, los cambios en la cantidad y distribución de la lluvia pueden cambiar los ecosistemas, la disponibilidad de alimentos para animales y la biodiversidad.
“Eventos de sequía prolongados y de gran intensidad ocurridos en los sitios de producción de agua, y que no están registrados en los datos instrumentales, pudieran presentarse en un futuro cercano y exacerbar el problema de disponibilidad hídrica en la zona”, menciona el documento.
Las actividades humanas como la deforestación y la urbanización pueden cambiar el comportamiento del monzón, empeorando eventos climáticos extremos como sequías e inundaciones.