La nauyuca (Atropoides olmec) es una especie de serpiente perteneciente a la familia viperidae, cuyo veneno es del tipo hemolítico-necrosante. Es una de las cinco serpientes más venenosas en esa región de Los Tuxtlas, Chiapas y estuvo a punto de matar a un inocente niño que logró salvar a su hermana pero perdió una pierna por la mordedura.

Es considerada como una de las más ponzoñosas de México, habitan en la zona sur de Veracruz, Tabasco, Oaxaca y Chiapas; puede llegar a medir hasta 2.5 metros de longitud, de hábitos nocturnos que se esconde en las raíces de los árboles.

Dicho animal es uno de los que atacó a Héctor Gustavo, un menor de 12 años de edad, originario de la ranchería San José de las Flores, en Villa Corzo, quien al estar jugando con otros niños se toparon con una de estas serpientes que lo atacó directamente y pretendía hacer lo mismo con su hermana, pero se interpuso para que eso no ocurriera y fue mordido dos veces más, tres en total.

Luego de lo ocurrido, fue trasladado llevado al hospital de Villaflores, pero debido a la gravedad de las lesiones fue trasladado vía aérea al IMSS Bienestar de Tuxtla Gutiérrez, la capital chiapaneca, donde permaneció internado por 34 días, a cuyo ataque sobrevivir pero tuvo como consecuencia la pérdida de su pierna izquierda.

En el nosocomio recibió 51 dosis de antídoto antiviperino, debido a que la concentración del veneno es mayor debido a su estatura y peso, pero a pesar de los esfuerzos médicos, le tuvieron que amputar su extremidad.

“A pesar de los esfuerzos realizados, incluyendo la administración de 51 frascos de antídotos, se preservó la vida del paciente, afortunadamente, sin embargo, no se logró salvar la extremidad afectada. Estando durante 14 días en terapia intensiva y 20 días en el servicio de pediatría”, explicó a un medio televisivo, Yesenia Guadalupe Pavón Ochoa, pediatra del Hospital Gómez Meza.

El pequeño ya fue dado de alta, para que en breve comience sus terapias de rehabilitación.