En la actualidad, los servicios bancarios ofrecen a los cuentahabientes una serie de opciones como las transferencias bancarias o los depósitos, como una forma rápida y segura de enviar pagos, recibir fondos y manejar transacciones financieras entre particulares o a nivel empresarial.
No obstante, como todo, en ocasiones por las prisas, por error o descuido, hay quienes usan alguna de estas opciones y envían fondos -dinero- a otras cuentas o personas desconocidas, por lo que surge la duda de qué hacer para remediar esa situación.
¿Dinero inesperado en tu cuenta?
Ante tal pregunta, lo más habitual sería proceder a gastarse ese dinero “inesperado”, sin embargo, uno de los estatutos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), indica que cuando se recibe una transferencia o un depósito por error, NUNCA se debe gastar ese recurso.
Lo anterior se debe a que aunque NO es culpa del beneficiado, el monto sigue siendo ajeno, y al hacerlo habrá que rendir cuentas ante las autoridades correspondientes. Por ello, el organismo sugiere y recomienda ponerse en contacto con el banco para saber de dónde proviene el movimiento.
Si se hace uso del mismo, habrá que pagarlo.
En caso de que seas tú el que se haya equivocado, el organismo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), brinda las siguientes opciones:
- Obviamente por la inmediatez, la operación no se podrá detener al momento, pero una vez hecha, el banco contactará al o la titular de la cuenta para comunicarle el error y acordar cómo y cuándo se devolverán los fondos.
- Llamar a la sucursal que maneja esa cuenta inmediatamente. Todas las entidades tienen una hora de corte y la transferencia se lleva a cabo dependiendo su sistema.
- Llevar el caso a una instancia legal, pero los gastos correrán por tu cuenta.
Consejos al transferir o depositar
- Al hacer un depósito o pago en sucursal, verifica que el número de cuenta corresponda a la que realizarás la operación.
- verificar que la cantidad del depósito sea la misma que aparece en el recibo de la operación.
- Guardar los comprobantes para cualquier aclaración.
- En caso de transferencia electrónica, verificar que la CLABE corresponda al titular de la cuenta y teclearlo cuidadosamente, sin distractores.
- Ser cuidadoso con el número de cuenta de la persona a la que se va a depositar o transferir.