Uno de los personajes más importantes en la historia de México es el militar y político Porfirio Díaz, quien gobernó el país en varios periodos que abarcan desde 1876 y 1911. A lo largo de esos años, se realizaron diversas construcciones y edificaciones que marcaron un antes y después en la arquitectura.
Dentro de las obras más importantes que el político mandó a construir se encuentran el Palacio Postal, el Edifico Boker, el Teatro Juárez, el Palacio de Comunicaciones y Obras Públicas, el Palacio de Bellas Artes, y el Monumento a la Revolución, obra que colocó su primera piedra el 23 de noviembre de 1910, tres días después de que estalló el movimiento revolucionario de México.
Cabe resaltar que durante su mandato impulsó la construcción de diversas obras emblemáticas que buscaban modernizar México y embellecer sus ciudades, tanto que desde 1987 el expresidente lanzó una convocatoria internacional para construir lo que sería la nueva sede de La Cámara de Diputados y Senadores en México que buscaba conmemorar los 100 años de independencia.
Historia del Monumento a la Revolución
La estructura original comenzó a construirse en 1910 con el objetivo de ser el Palacio Legislativo, durante el gobierno de Porfirio Díaz. El diseño fue realizado por el arquitecto francés Émile Bénard, sin embargo, la construcción se detuvo debido al estallido de la Revolución Mexicana, por lo que la estructura quedó abandonada y en condiciones ruinosas por años.
Dos décadas después, el arquitecto mexicano Carlos Obregón Santacilia propuso transformar el inacabado Palacio Legislativo en un monumento conmemorativo de la Revolución Mexicana. De esta forma, la estructura fue adaptada entre 1933 y 1938, lo que ocasionó la incorporación de elementos de art déco.
El Monumento a la Revolución es una estructura imponente, hecha principalmente de piedra y cobre, y posee una altura de 67 metros. Una de sus características más destacadas es su cúpula de cobre, la cual ha adquirido un tono verdoso debido a la oxidación.
Debajo del monumento se encuentra un mausoleo donde reposan los restos de figuras destacadas de la Revolución Mexicana, como Francisco I. Madero, Pancho Villa, Venustiano Carranza, Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas. Además, alberga un museo que ofrece información detallada sobre la Revolución Mexicana, además de exposiciones temporales y permanentes.
En años recientes, el Monumento a la Revolución ha sido objeto de diversos proyectos de modernización, incluyendo la instalación de un elevador panorámico y la restauración de su mirador, desde donde se obtiene una vista panorámica de la Ciudad de México.
Otras obras importantes durante el mandato de Porfirio Díaz
- Palacio de Bellas Artes: Iniciado en 1904, aunque terminado después de su mandato, es uno de los edificios más emblemáticos de la Ciudad de México, diseñado por el arquitecto Adamo Boari.
- Palacio Postal: Inaugurado en 1907, es otro icono de la arquitectura porfiriana en la Ciudad de México, con influencias neogóticas y renacentistas.
- Teatro Juárez: Ubicado en Guanajuato, inaugurado en 1903, es un teatro de estilo neoclásico y uno de los más importantes de México.
- Ferrocarriles: Díaz promovió la expansión de la red ferroviaria, conectando diversas regiones del país y facilitando el comercio y la movilidad.
- Palacio de Correos y Telégrafos en Monterrey: También conocido como Palacio Federal, fue inaugurado en 1904 y es un ejemplo de la arquitectura porfiriana.
- Hospital General de México: Inaugurado en 1905, fue uno de los hospitales más modernos de su tiempo.
Estas obras reflejan el afán de modernización y embellecimiento que caracterizó la era de Porfirio Díaz, combinando estilos arquitectónicos europeos con la funcionalidad necesaria para el desarrollo del país.